Tras la derrota de su equipo en la semifinal de la Final4 de la Euroliga, el jugador del Real Madrid, Sergio Llull, atendió este sábado a Libertad Digital antes del entrenamiento del equipo de Pablo Laso preparatorio para el partido por el tercer y cuarto puesto. El menorquín protagonista negativo de la derrota ante el CSKA, con rostro enormemente serio, admitió estar "jodido, como es lógico". Llull, objeto de análisis tras su actuación en la semifinal, donde se le vio desacertado especialmente en la selección de tiro y el acierto exterior, aclaró que las críticas no le duelen porque "el primero que se critica a sí mismo soy yo, y desde luego las críticas son bienvenidas siempre que sean desde el respeto, ya que muestran la opinión de la gente y hay que respetarla".
Quizá el momento más impactante del partido llegó en la recta final, con ventaja blanca por 75-78 cuando, tras fallar tres triples consecutivos, Llull provocó una falta para irse al banquillo, como si necesitara evadirse de su desacierto en esos momentos. El internacional español admitió a este periódico que "no fueron momentos fáciles porque nosotros somos los primeros que queremos jugar bien al baloncesto, hacerlo todo bien, y cuando las cosas no salen al menos tenemos que tratar de ayudar al equipo de otra forma". En ese caso, la forma no fue otra que permitir el regreso a la cancha de Facundo Campazzo yéndose él mismo al banquillo a tomar oxígeno y calmarse antes de volver en la recta final.
El balear, eso sí, ha recibido también multitud de muestras de cariño de los aficionados blancos, que buscan apoyarle en un momento delicado de forma para él. A este respecto, reconoció que "eso sirve para seguir trabajando porque el cariño siempre anima a mejorar como jugador a nivel personal y aportar más cosas al equipo". Respecto al futuro inmediato, el Real Madrid jugará mañana el partido de consolación de la Final 4 ante el Fenerbahce, un duelo envuelto cierta polémica por su nula relevancia y que Llull admitió que "la verdad es que no apetece jugarlo, pero tenemos que hacerlo aunque sea por respeto a los aficionados que se han gastado su dinero en venir aquí y trataremos de competir y ganar al Fenerbahce para acabar la Euroliga ganando". Tras ello, el objetivo de los blancos, que jugarán este mismo martes ante Valencia Basket buscando asegurar el primer puesto en la temporada regular de la Liga Endesa, no será otro que ganar la competición local, tras perder la Euroliga y la Copa del Rey. Y el gran referente blanco no pudo negar que "está claro que sólo ganando la Supercopa no sería un buen año para nosotros", por lo que "tenemos que ir a por la liga, que es el único objetivo que nos queda".