A una semana del inicio de la temporada oficial en el baloncesto español, con la disputa de la Supercopa Endesa en la isla de Tenerife, el alero internacional español y del Real Madrid, Alberto Abalde, pasó este domingo por la sintonía de Tirando a Fallar, el programa temático sobre baloncesto de esRadio.
El exterior blanco de 25 años reconoció que para él "siempre fue una pasión el baloncesto". Hijo del también ex ACB del mismo nombre, jugador en la década de los 80 y 90 del Obradoiro y el OAR Ferrol, Abalde recordó sus inicios en Vigo, ya ligado de forma inexorable a un balón naranja: "Jugaba mucho en el cole y a veces los entrenamientos se me hacían cortos y seguíamos jugando horas y horas", expuso.
Sobre su llegada a Madrid hace un año, en lo que supuso un movimiento estratégico del club blanco, pagando su cláusula de rescisión al Valencia Basket en plena pandemia, el alero aseguró sentirse "muy valorado" y sentir "que se ha hecho una apuesta muy fuerte por mí". Igualmente, aseguró que, cuando tomó la decisión de fichar por los merengues "tenía las cosas claras en el sentido de que venir al Real Madrid es un privilegio y siempre tendremos grandes retos por delante". Eso sí, haciendo balance de su primer curso en su actual equipo, recordó que fue "muy complicado para todo el mundo en general, también lógicamente en el deporte", pero lo calificó como de "un aprendizaje brutal" pues "aunque no ganamos nada más que la Supercopa cuando siempre tenemos que luchar por todo, saco cosas positivas y nos va a hacer crecer para lo que viene".
Cuestionado por su estilo de juego, Abaldé afirmó tener "claro que quiero ser lo más completo posible, ser polivalente y dominar cada vez más aspectos del juego", y puso como ejemplo cuando en temporadas anteriores le ha tocado "jugar de base" para asegurar que "aunque sea capaz es complicado porque te saca de tu zona de confort y haces cosas que a este nivel son muy difíciles". Eso sí, entiende que ese tipo de situaciones le ayudan "a dar pasos y a crecer, porque a veces salir de esa zona de confort te obliga a mejorar cosas". En cuanto a su papel en el equipo, el curso pasado alternó momentos y partidos de gran responsabilidad con otros en los que pasó más desapercibido. A tal respecto, recordó que "la temporada es larguísima y hay diferentes etapas, con un equipo largo y momentos para todos" y añadió que "si queremos competir se necesita de todos y a nivel personal voy en esa línea, crecer con el equipo. Mis momentos llegarán, no me preocupa excesivamente eso".
Abalde también habló sobre el momento de una posición crucial en los esquemas de Pablo Laso, el puesto de base, donde este verano han llegado al equipo el americano Nigel Williams-Goss y el francés Thomas Heurtel, además de mantenerse el joven Carlos Alocén. "Tenemos tres muy buenos bases, cada uno con sus cualidades, pero que seguro que se van a complementar muy bien. Nigel y Thomas se tienen que adaptar y seguro que conseguiremos que todo fluya bien y hacer una gran temporada", auguró.
Todo ello, a las puertas de la disputa la semana que viene del primer título oficial de la temporada con la celebración de la Supercopa Endesa. Un trofeo al que Abalde otorgó "la importancia de cualquier título" recordando que "siempre que sales al campo sales a ganar, aunque sea tan al inicio de la temporada". Igualmente, añadió que "ahora mismo solo estamos pensando en prepararnos y en el Lenovo Tenerife, que será un equipo duro", aunque no olvida que "llevamos poco trabajando, especialmente los que hemos estado en los Juegos Olímpicos". En todo caso, será una temporada en la que los blancos volverán a aspirar a todo, como siempre en el Real Madrid. "Hay que aspirar a luchar por todo, a competir hasta el final por todo. Luego los resultados no solo dependen de hacer las cosas bien, los otros equipos también juegan. Pero hay que estar hasta el final y darlo todo", subrayó.
Finalmente, Abalde también habló sobre su primera experiencia oficial con la selección española, en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio. El alero aseguró que "volver sin una medalla, que era un gran objetivo, nos hizo llegar un poco fríos", aunque no dudó en añadir que "poniéndolo en perspectiva es algo que nunca olvidaré, pues era un sueño y poder compartirlo con mi hermana (Tamara, internacional con la selección femenina), que es algo realmente complicado, ha sido increíble". Respecto a su rol en la nueva generación española, una vez confirmada la marcha del equipo nacional de los hermanos Gasol y Sergio Rodríguez, y a la espera de la decisión de otros veteranos, el jugador gallego admitió que "lo que han conseguido ellos es irrepetible en el mundo, no solo para nosotros como España", pero aseguró que "intentaremos seguir compitiendo al máximo, sabiendo que lo logrado es una barbaridad" y afirmando que se tomará "como ejemplo el cómo se ha trabajado para seguir ahí".
Curiosamente, esa primera participación de Abalde con España pudo llegar en la Copa del Mundo de 2019, aunque el gallego renunció ese verano a la convocatoria de Sergio Scariolo para trabajar en su juego. Cuestionado por si se arrepintió en algún momento de la decisión, toda vez que España acabó ganando su segundo trofeo mundial, el alero admitió entre risas que "cuando estaba viéndolo por la tele, sí", pero se mostró convencido de haber tomado un camino correcto. "Fue una decisión que tomé, a veces en la vida hay que hacerlo y no sabes qué habría pasado si hubieras tomado la otra, pero estoy contento y satisfecho con lo que hice. Las decisiones se toman convencido y hay que tirar hacia adelante con ellas".