Vuelve a salir a la luz un viejo debate del baloncesto internacional de selecciones. El pasado domingo, la selección española de Sergio Scariolo se proclamó campeona del Eurobasket por cuarta vez en su historia tras derrotar en la final a Francia por 88-76. Y lo hizo contando en sus filas con Lorenzo Brown, base estadounidense del Maccabi de Tel Aviv que logró la nacionalización exprés el pasado mes de julio pese a sus nulas conexiones con nuestro país.
Una polémica nacionalización que ha desatado numerosas críticas entre otras selecciones como por ejemplo la de Lituania, a la que España derrotó en octavos de final de este Eurobasket.
El último en hablar del caso Brown —a quien los integrantes de la selección española se refieren como "Lorenzo de Albacete" para responder con ironía a las críticas— ha sido Pablo Prigioni, nuevo seleccionador argentino desde hace tres semanas en sustitución de Néstor García. El que fuera base del Real Madrid, Baskonia, Lucentum Alicante y Fuenlabrada, entre otros equipos, ha aprovechado la ocasión para lanzar un dardo en toda regla contra La Familia —como se conoce a nuestra selección— y a la Federación Española de Baloncesto (FEB).
"Yo siempre estuve en contra de nacionalizar jugadores y mientras yo esté en la selección, eso no va a pasar. Ni siquiera va a haber un integrante de otro país en el staff técnico", ha señalado Prigioni, lanzando de paso otra pulla contra Scariolo.
"No creo que Lorenzo Brown sienta la camiseta española como Sergio Llull o Rudy Fernández. Ahí se acaba la discusión para mí", ha añadido el técnico de la Albiceleste, que para concluir lanzaba el siguiente mensaje: "Prefiero perder con argentinos que ganar con nacionalizados".