La selección española comenzó este sábado la defensa de la corona ecuménica conseguida en China hace cuatro años con una victoria ante Costa de Marfil (94-64) liderada por un Willy Hernangómez desatado que, en el momento de mayor necesidad, apareció para tirar del carro y pasar el rodillo ante los africanos y levantar el partido con 14 puntos seguidos que encarrilaron la primera victoria.
Lo que se presentaba como un trámite para la selección que dirige Sergio Scariolo, actual campeona del Mundo, de Europa y número 1 del ránking FIBA, se complicó mucho más de lo esperado en el primer cuarto. Costa de Marfil, ese combinado que aterrizó en Yakarta sin estrellas NBA y que el propio seleccionador italiano definió como imprevisible, fue un duro hueso de roer justo el mismo día en el que Brasil, con la que España peleará previsiblemente por la primera plaza, atropelló a Israel presentando sus credenciales para pasar en la segunda fase.