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Cancellara sorprende a Tom Boonen y se convierte en el primer suizo en ganar la clásica París-Roubaix

El suizo Fabian Cancellara, del equipo danés CSC, ha conseguido en la 104 edición de la clásica París-Roubaix el éxito más importante de su carrera deportiva al imponerse con un tiempo de seis horas, siete minutos y 54 segundos en la prueba, disputada sobre 259 kilómetros y también conocida como "el infierno del norte". A 1:16 llegaba a la meta el primer trío perseguidor, encabezado por Leif Hoste, y a 1:48 el segundo trío con el belga Tom Boonen al frente y con el español José Antonio Flecha.

El suizo Fabian Cancellara, del equipo danés CSC, ha conseguido en la 104 edición de la clásica París-Roubaix el éxito más importante de su carrera deportiva al imponerse con un tiempo de seis horas, siete minutos y 54 segundos en la prueba, disputada sobre 259 kilómetros y también conocida como "el infierno del norte". A 1:16 llegaba a la meta el primer trío perseguidor, encabezado por Leif Hoste, y a 1:48 el segundo trío con el belga Tom Boonen al frente y con el español José Antonio Flecha.
L D (EFE) Cancellara, de 25 años y profesional desde el 2001, se convierte así en el primer suizo que gana la prestigiosa prueba gracias a un ataque a 19 kilómetros de la meta que sorprendió al campeón mundial, el belga Tom Boonen, que partía como gran favorito.

El corredor suizo se llevó en principio al ruso Vladimir Gussev, con quien llegó a tener veinte segundos de ventaja, pero Cancelara redobló sus ataques hasta quedarse solo en cabeza y un golpe de suerte, el paso de un tren cuando él ya había cruzad la vía, dejó todavía más atrás a sus perseguidores.

En la sucesión de ataques en los 20 últimos kilómetros, Boonen cayó a un segundo grupo perseguidor con el español José Antonio Flecha y el italiano Alessandro Ballan, que perdieron casi todas sus opciones cuando tuvieron que detenerse ante las vías del tren en un paso a nivel con barreras.

Cancellara mantuvo a raya al trío formado por Gussev y los belgas Leif Hoste y Peter Van Petegem, que marchaban a 40 segundos del fugado a falta de seis kilómetros, mientras que el segundo trío, de Tom Boonen, perdía ya más de un minuto.

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