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Champions League

La historia aviva las esperanzas del Real Madrid en Champions

El equipo blanco ha protagonizado grandes remontadas en la máxima competición continental con el Santiago Bernabéu de escenario.

El partido de ida de las semifinales ya no se puede arreglar. En el día después, sólo queda repasar lo que falló para subsanar errores. No vale pensar en lo que hubiera pasado si la defensa blanca hubiera trabajado como se espera de ellos o si las ocasiones en ataque hubieran llegado con fluidez. Ahora, si de verdad se quiere ir a por la Décima, hay que creer en la remontada. Y hay que hacerlo porque el Real Madrid es un club que lleva escrito en su ADN que es posible.

Se habla de milagro, pero la historia ha constatado que el Santiago Bernabéu tiene una esencia especial capaz de insuflar en los jugadores el coraje suficiente para darle la vuelta a un resultado adverso. Si se consigue, el sufrimiento de los que padecieron por el partido de anoche podrá transformarse en orgullo al sumar un capitulo más en el libro de victorias épicas.

Se hizo una vez y puede volverse a repetir. En el año 76, un Real Madrid que alineaba a jugadores como Milan Miljanic, cayó con idéntico resultado (4-1) ante el Derby Country en octavos. Algunos decían que era imposible y otros que improbable, pero en casa, los blancos resurgieron y le plantaron una manita a los ingleses con un gol de Pirri y sendos dobletes de Roberto y Santillana.

Cuatro años más tarde, había que repetir empresa, aunque esta vez en la Copa de la UEFA. En cuartos de final, el conjunto merengue perdió en el Celtic Park de Glasgow por 2-0, pero los escoceses se llevaron un 3-0 del Bernabeú. En la temporada 1984-1985, el Real Madrid de Sanchís, Valdano o Butragueño encajó un 3-0 en el campo del Anderlech, pero de vuelta a casa, le enchufó un 6-1 y logró el billete a cuartos.

También hay antecedentes con protagonistas alemanes. En la campaña 1987-1988, el Bayern de Múnich plantó tres goles a los blancos poniendo en el ambiente los peores presagios. Butragueño y Hugo Sánchez avivaron las esperanzas sobre la bocina y colocando en el luminoso un 3-2. Con la afición a favor en el partido de vuelta, consiguieron un 2-0 que les colocaba en semifinales.

Más cerca en el tiempo, en la temporada 2001-2002, también conocida el año de la Novena, el Bayern metió el miedo en el cuerpo a los blancos en los cuartos de final. Los alemanes se impusieron en la ida por 2-1, pero se dio una nueva remontada en la capital española. El Madrid derrotó a los germanos por 2-0 y abrió la senda para conquistar el trofeo de la máxima competición europea.

Son tan solo unos ejemplos a los que aferrarse con Wembley en el horizonte.

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