260 días han transcurrido desde que Iker Casillas ocupó la portería del Santiago Bernabéu en partido oficial. Jugó de inicio en el homenaje a Raúl en el Trofeo Bernabéu, el pasado 22 de agosto contra el Al Sadd qatarí, pero ese choque era amistoso, con la temporada ya empezada.
Para ver un partido oficial de Iker en su estadio hay que remontarse al pasado 15 de enero, cuando el Real Madrid se impuso al Valencia por 2-0 en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey. Ocho días después, en el encuentro de vuelta en Mestalla (1-1), se produjo la fatídica lesión en la mano izquierda, cuando recibió una patada involuntaria de Álvaro Arbeloa al cuarto de hora de partido.
Desde entonces han pasado muchas cosas, al Real Madrid, a Casillas y a un José Mourinho que ha terminado cambiando de aires para regresar al Chelsea inglés. Una de ellas fue el fichaje de Diego López, quien tan buen rendimiento ha dado al equipo, siendo decisivo en más de una ocasión.
No sólo Mou ha apostado por Diego, sino que su sucesor en el banquillo blanco, Carlo Ancelotti, confía la portería al gallego para los partidos de Champions. Sin embargo, el titular en la Champions esta temporada es Iker, en una curiosa decisión que ha sorprendido a propios y extraños.
Para colmo de males, Casillas volvía a lesionarse hace dos semanas, en el debut de los blancos en la Champions ante el Galatasaray en el Turk Telekom Arena (1-6). Y de nuevo a manos de un compañero. Nada más comenzar el partido, Sergio Ramos propinó un golpe en el costado al capitán, que sólo pudo aguantar doce minutos más en el campo antes de ser sustituido Diego López.
Afortunadamente todo ha quedado en un susto e Iker se ha recuperado sin problemas, con lo que esta noche será titular contra el Copenhague y volverá a ocupar la portería blanca en su estadio.