Sabía Mourinho que un gol fuera de casa es tremendamente importante. Y aunque lamentaba el tercer tanto encajado por su equipo en la ida, en el último minuto, hoy ha conseguido devolver ese golpe. También sabía Mourinho que en casa, en su casa, el Chelsea podía voltear el partido.
Desde el primer minuto llevó el tempo del partido. No era un dominio claro, pero la falta de Ibrahimovic en el Paris Saint Germain se notó más de lo que Blanc, técnico parisino, hubiera querido. Sin el alma del equipo, los jugadores del PSG buscaban cómo desarbolar al Chelsea. Pero no tenían la receta.
El cuadro londinense, en cambio, sí. Sólo tenía que ir subiendo las filas de sus jugadores, poco a poco, sin miedo. Así, hasta que cuando menos lo parecía, llegó el gol. En un saque de banda, sin aparentes problemas, que peina David Luiz, el que todo lo gana por arriba. Balón muerto que el cae a Schürrle, y éste a gol.
Justo el alemán tenía que ser. El que había entrado por Hazard, que se marchó en el 17 lesionado. El mago blue en el Parque de los Príncipes, se tuvo que ir y dejó su sitio al alemán. Y éste no dudó. Se asoció con Oscar, y el Chelsea cogió el balón.
Dos largueros
Por si fuera poco, el Chelsea salió con muchas más ganas en la segunda parte. Y consecuencia de ello es que llegaron dos largueros. El primero, parecido al gol, balón muerto que le vuelve a caer a Schürrle, y que a bote pronto, la estrella en el larguero.
Sólo minutos después llegó el segundo larguero. Tras el alemán, era turno para el otro jugón de los de Mou, el brasileño Oscar, que en un fenomenal lanzamiento de falta dejó clavado a Sirigu, portero del PSG, y mandó el cuero al travesaño.
No llegaba el segundo gol, pero tenía las ocasiones. Los parisinos, desaparecidos. Ni Lavezzi, ni Cavani, ni Lucas Moura, que había entrado por el lesionado Ibrahimovic. Sólo Matuidi y Motta sostenían a su equipo en el centro del campo. En defensa, Thiago Silva, aguantaba las embestidas del cuadro inglés. Sólo que su mayor preocupación, Eto'o, titular en lugar de Torres, tampoco apareció por el césped de Stamford Bridge.
Así se llegaban a los últimos minutos. El Chelsea subió líneas. Cavani se quedaba arriba esperando cazar algún balón. Tuvo dos claras. La primera a pase de Matuidi, que con la zurda, el uruguayo de volea mandó alta; la segunda igual, a pase de Pastore, que a bote pronto también lanzó por arriba.
Racanería del PSG
Ése fue el mayor peligro parisino. Y todavía quedaba el toque de gracia. Ése que nadie espera. Y menos que se produzca de esa forma. Esta vez es Azpilicueta haciendo de Schürrle, el más listo de la clase. En esta ocasión, en el minuto 86, rozando el adiós, cuando pilla un balón en la frontal que golpea más con el alma que con la cabeza. Pasa entre varios defensa, se detiene el tiempo, Torres mira la pelota, incapaz de llegar. Hasta que Demba Ba, que pasaba por allí, se lanza a por el pase a semifinales, adelantándose a la defensa que había sacado Blanc.
Gol, y el PSG paga su racanismo. Ése que le llevó a sacar a Marquinhos, central, para coger el pivote en lugar de tener a un jugador de clase como Lucas Moura en el terreno de juego. Si en la ida el resultado golpeó la racanería de Mourinho; en la vuelta, el agraciado con el premio de no estar en semifinales ha sido Blanc.
El Paris Saint Germain, con Ibrahimovic en la grada, se vuelve a casa. Con dinero, el de su jeque, pero sin la clasificación. El Chelsea, con un equipo rejuvenecido y la mano de Mourinho, está en el bombo. Nueva semifinal para el técnico portugués.
Ficha técnica
Chelsea, 2: Cech; Azpilicueta, Terry, Cahill, Ivanovic; Lampard (Ba, m.66), David Luiz; Hazard (Schürrle, m.18), Oscar (Torres, m.81), Willian; y Eto'o
PSG, 0: Sirigu; Jallet, Alex, Silva, Maxwell; Verratti (Cabaye m.55), Motta, Matuidi; Lucas (Marquinhos, m.85), Cavani, Lavezzi (Pastore, m.73)
Goles: 1-0, m.32: Schürrle; 2-0, m.87: Demba Ba
Árbitro: Pedro Proença (Portugal). Amonestó a Lampard, Ivanovic y Willian, del Chelsea; así como a Verrati, Maxwell y Cavani, del PSG
Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en Stamford Bridge (Londres) ante 38.080 espectadores