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Champions League

El Real Madrid gana al Viktoria Pilsen pero no despeja dudas ni salva a Lopetegui (2-1)

Los blancos rompen una racha de cinco tropiezos y ganan a un rival que perdonó ocasiones claras. Marcelo, lesionado, es seria duda para el Camp Nou.

Los blancos rompen una racha de cinco tropiezos y ganan a un rival que perdonó ocasiones claras. Marcelo, lesionado, es seria duda para el Camp Nou.
Benzema, en acción ante el Viktoria Pilsen. | EFE

Dicen los propios entrenadores que trabajan para ganar tiempo. Y eso es lo único que ha conseguido Julen Lopetegui con la pírrica victoria, por 2-1, ante el débil Viktoria Pilsen. No han ganado confianza. Ni él ni sus futbolistas. No se han quitado un peso de encima con una goleada. No se han revindicado con buen juego. Simple y llanamente ganaron sufriendo a uno de los peores equipos de la Champions. Y gracias, porque si enfrente está otro equipo con más talento, quizá otro gallo hubiera cantado y Lopetegui estaba mañana con una caja recogiendo sus cosas en Valdebebas.

El técnico, que estaba más fuera que dentro el domingo por la tarde, estará, salvo sorpresa mayúscula, dirigiendo al Madrid el domingo en el Camp Nou. Ha salvado el primer match ball y ganar al Barcelona puede ser un set. Sin embargo, y pese a la baja de Leo Messi, se hace complicado imaginarse a este Madrid ganando el domingo al Barça. Al menos a este Madrid. A este Madrid que es séptimo en Liga y que ha sufrido para ganar al Viktoria Pilsen.

El Real Madrid suma 6 puntos y asciende a la segunda plaza del grupo pero la clasificación no es lo que preocupa a directivos y a una afición que pitó a su equipo. Todos son conscientes de que, como diría Amancio Amaro, no le gusta cómo orina el enfermo.

Benzema hizo un excelente partido. Marcelo volvió a ver puerta pero no se puede destacar mucho más. Ni individual, ni colectivamente. El Madrid tiene un problema muy serio en defensa. En ataque hace cosas interesantes. A un ritmo muy lento, sin casi desborde, con poca pegada, pero es un equipo peligroso. El grave problema está en cómo defienden. El Real Madrid es un equipo larguísimo. Si estuviera Ancellotti, hablaríamos de equilibrio porque eso es lo que les falta. Hay muchos espacios entre líneas. No hay intensidad, están mal coordinados en la casi nula presión y están mal ordenados en repliegue o defensa posicional.

Ante el Viktoria se volvió a echar en falta a Casemiro en el corte y a dos laterales seguros. Marcelo sigue en su línea de compensar en ataque lo mucho que perjudica al equipo en defensa y Lopetegui, de manera incomprensible, apostó por Lucas Vázquez en lugar de Odriozola. Pese al excelente pase del gallego en el 1-0, sufrió mucho en defensa. Por su lado fueron las mejores ocasiones del equipo checo al cogerle la espalda. A los diez minutos, Petrzela tuvo una doble oportunidad ante Keylor Navas. Y justo al minuto, tras el susto, llegó el gol de Benzema. Un buen cabezazo que rompía una mala racha personal. Llevaba 7 partidos sin marcar, desde el 1 de septiembre.

Tras el gol, mucha posesión, cómodos con la posesión pero siempre a un ritmo muy lento. Como si su entrenador no se jugara el puesto o como encadenaran 17 victorias seguidas. Modric jugaba casi de delantero, Isco entre líneas y Bale, en líneas generales, tan desacertado que fastidiaba las pocas triangulaciones que había en el equipo. Y seguían las ocasiones del Viktoria. A la media hora, Limbersky tuvo un mano a mano ante Keylor cogiendo otra vez la espalda de Lucas y ni con un regalo a Isco de Hruska, su portero, el Madrid marcaba. Para ver el regalo. Ni Karius. Un pase del portero al delantero. Y llegó la ocasión de Petrzela. Solo, en el área pequeña, sin portero. Sólo tenía que empujar la pelota. Le valía darle con el culo pero le dio con la espinilla para mandarla por encima de la portería. Si no fuera el Viktoria... y eso lo sabía la afición que despidió al equipo con una pitada.

La segunda parte no fue mucho mejor. Con poco, los checos hacían daño. Un simple pase al espacio para Krmencik, su delantero, un centro al área y remate solo dentro del área. El repliegue defensivo es un mito en el Real Madrid.

Lopetegui vio el problema que tenía en defensa e introdujo a Fede Valverde por Isco. El uruguayo debutaba tras un cambio que pudo sentarle mal a Isco. Pudo porque pareció negarle la mano a Julen y le dijo algo al irse sustituido. Lo cierto es que le salió bien porque, al minuto, el jugador charrúa robó un balón en campo contrario que terminó con el gol de Marcelo tras una asistencia de Bale.

Está tan mal el Real Madrid, lleva tanto tiempo en la UVI que ni con 2-0 ante el Viktoria tuvieron un final tranquilo. Están agarrotados. Tuvieron alguna ocasión, un cabezazo de Lucas y un gol anulado a Modric por fuera de juego, pero el problema seguía ahí. Así sólo se entiende cómo llegó el gol de Hrosovsky. Ni Modric, ni Casemiro, ni Valverde o los centrales pudieron pararle. Una simple pared por el centro, tiro desde la frontal y gol. Y tras el tanto de los checos, la cosa fue a peor. El balón era del equipo más débil. Vieron que podían emular a Alavés, Levante o Sevilla y se fueron a por el partido. Tanto que, hasta el final, el Madrid no pisó área contraria. El conjunto blanco acabó en su portería hasta el pitido final y eso les costó una pitada. Lo dicho, victoria pírrica. Y le crecen los enanos al Madrid porque Marcelo se marchó lesionado, siendo seria duda para el clásico en el Camp Nou.


Ficha técnica

Real Madrid, 2: Keylor Navas; Lucas Vázquez, Nacho, Ramos, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Fede Valverde, m.54), Bale (Asensio, m.75) y Benzema (Mariano, m.88)
Viktoria Pilsen, 1: Hruska; Reznik, Hejda, Hubnik, Limbersky; Prochazka (Horava, m.65), Hrosovsky; Havel (Ekpai, m.76), Cermak, Petrzela (Reznicek, m.83); y Krmencik.

Goles: 1-0, m.11: Benzema; 2-0, m.55: Marcelo; 2-1, m.78: Petrzela
Árbitro: Orel Grinfeld (Israel). Mostró tarjeta amarilla a Isco (m.31), Kroos (m.59) y Ramos (m.92), del Real Madrid; y a Limbersky (m.27), del Viktoria
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones, grupo G, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 72.000 espectadores

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