El presente y el futuro solo se entienden desde la sostenibilidad y el respeto al medioambiente, un objetivo en el que están involucradas cada vez más empresas e instituciones.
La preocupación por el planeta también ha llegado al fútbol: cada vez son más los clubes y/o ciudades que se han mentalizado de que hace falta un cambio que ayude a hacer un mundo más sostenible. Por eso mismo, muchos equipos han llevado profundas reformas en sus estadios para adaptarlos a la nueva realidad.
Los propios organismos rectores del fútbol, como la FIFA o la UEFA, terminarán imponiendo cambios en los estadios para que se conviertan en recintos respetuosos con el entorno. Tarde o temprano los equipos se verán obligados a implantar esos cambios como requisito para participar en las competiciones más importantes del panorama futbolístico.
Hasta hace poco, un partido de fútbol era sinónimo de un elevado gasto energético. Por fortuna, los clubes comienzan a concienciarse y poco a poco van apareciendo estadios "verdes", muchos de ellos protagonistas en la Champions League, competición que desde 2018 cuenta con Banco Santander entre sus principales patrocinadores.
Amsterdam Arena
Un histórico europeo, el Ajax de Ámsterdam, equipo que tiene en sus vitrinas 4 Copas de Europa y habitual exportador de talento futbolístico, puede presumir de tener uno de los mejores estadios del Viejo Continente.
La remodelación del estadio, acometida en 1996, supuso toda una revolución en su momento a nivel de infraestructuras deportivas. El Amsterdam Arena tienen en su techo 4.200 paneles solares que le permiten obtener el 10% de la energía consumida. Pero además, repartidas por todo el estadio, hay varias turbinas eólicas.
Junto al estadio se encuentra el lago Ouderkerkerplas. El agua de este lago vecino se utiliza para enfriar el estadio. Su diseño y las innovaciones integradas también permiten reutilizar el agua de lluvia para regar el césped. Y en materiales también hay innovación: las butacas de plástico fueron sustituidas por otras hechas de caña de azúcar.
Estadio Krestovski
Otro ejemplo de estadio de Champions respetuoso con el medioambiente es el del Zenit de San Petesburgo, que juega sus partidos como local en el estadio Krestovski.
Su cubierta retráctil y su césped deslizante permiten ampliar los usos del estadio más allá de los partidos de fútbol. Su sistema de recuperación del calor mantiene la temperatura a 15º con un ahorro energético del 30%.
Su arquitecto, el japonés Kisho Kurosawa, se inspiró en una supuesta nave espacial que apareció sumergida bajo el Báltico y que, al final, resultó ser un depósito glaciar. El estadio tiene una altura de 79 metros, el equivalente a un edificio de 7 pisos.
Nuevo San Mamés
Si nos fijamos en la faceta deportiva y en la económica, la diferencia que existe entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona con respecto al resto de clubes españoles es sideral. Pero hay algo en lo que estos dos colosos del fútbol mundial no pueden competir con otro club histórico como el Athletic de Bilbao: la sostenibilidad de su estadio.
El Nuevo San Mamés ha sido el primero de Europa en obtener la certificación de edificación sostenible LEED (Leadership in Energy and Environment Design). Lograr esta certificación exige ciertos requisitos como la integración en la parcela, el ahorro de agua y de energía, la calidad de su interior y su grado de innovación.
El estadio está construido con materiales de bajo impacto ambiental y su sistema de ahorro energético reduce el gasto en un 40%. Además, está muy bien integrado en la ciudad, lo que fomenta el uso del transporte público.
Sus características verdes y su capacidad para albergar a 53.000 espectadores, le han permitido ser, con todo merecimiento, una de las sedes de la próxima Eurocopa que se celebrará en varios estadios repartidos a lo largo y ancho de la geografía europea.
Signal Iduna Park
El estadio del Borussia Dortmund es un referente en Alemania. La Bundesliga es un campeonato con ciertos elementos "sostenibles" a nivel organizativo. En la Liga alemana es muy común ver estadios llenos gracias a una buena política de precios. No es de extrañar, por tanto, que los clubes alemanes se preocupen también por el medioambiente y, aunque hay muchos estadios sostenibles en Alemania, el Signal Iduna Park se lleva la palma.
El feudo del Borussia Dortmund cuenta con un sistema fotovoltaico que permite transformar la luz solar en energía limpia. Es con esa energía con la que se alimenta un estadio en el que caben 81.360 espectadores.
Aviva Stadium
En Dublín se encuentra el Aviva Stadium, sede habitual de la selección irlandesa. Dos son las principales mejoras que presenta el estadio. En primer lugar reutiliza el agua de lluvia, algo muy común en Irlanda, para regar el césped. Pero quizás, la mayor de las innovaciones es su estructura externa transparente que permite el paso de la luz solar y que ayuda a lograr una reducción considerable en el consumo eléctrico. El 75% de la basura y los desechos generados en el estadio se convierten en combustible y energía.
Otros estadios sostenibles
Pero hay muchos más estadios verdes repartidos por todo el mundo. En Dartford, Inglaterra, se encuentra el Princes Park, un estadio de 4.000 espectadores con un techo especial: un manto natural que filtra el aire. Está construido con materiales aislantes, por lo que el uso de la energía resulta más eficiente.
Otro ejemplo es el Morro da Mineira, ubicado en unas favelas de Río de Janeiro. El campo de juego está compuesto por más de 200 azulejos con tecnología kinetic, que hacen que la energía generada por el movimiento de los jugadores se transfiera a los focos que iluminan el terreno de juego. Cuanto más se muevan los jugadores, más luz habrá en el estadio. En el futuro, seguro que muchos más siguen sus pasos.
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