Menú

Champions League

Madrid: garantía de fútbol, garantía de éxito

La amplia experiencia de la capital de España en eventos de primer nivel augura un éxito organizativo con la final de la UEFA Champions League.

La amplia experiencia de la capital de España en eventos de primer nivel augura un éxito organizativo con la final de la UEFA Champions League.
El Estadio Metropolitano acogerá la próxima final de la UEFA Champions League. | Cordon Press

Cuando empiece a rodar el balón en el Estadio Metropolitano en la final de la UEFA Champions League el próximo 1 de junio, pocas dudas hay de que todo estará preparado para que la capital de España luzca orgullosa. La amplísima experiencia de la ciudad del oso y el madroño como organizadora de eventos de primer nivel tiene como una de sus mejores muestras la gran cantidad de acontecimientos futbolísticos que han puesto a Madrid en el primer foco mediático, tanto a nivel nacional como, por supuesto, internacional. Ahora, Madrid volverá a dar la bienvenida a miles de personas que se concentrarán para seguir la gran final del fútbol continental entre dos equipos ingleses: el Liverpool y el Tottenham Hotspur. El partido que decide el campeón de la UEFA Champions League. Un acontecimiento deportivo patrocinado por Banco Santander, que se vuelca con este deporte por los valores positivos que transmite el fútbol y por la pasión que la mayoría de aficionados sienten por él.

Quizá el reciente recuerdo de la perfecta organización de la final de la Copa Libertadores, patrocinada por Banco Santander y que trajo a Boca Juniors y River Plate a España por primera vez en la historia, refleje perfectamente la capacidad organizativa madrileña. Pese al tenso ambiente generado en el partido de ida en La Bombonera y los temores existentes a una posible situación descontrolada por parte de las Barras Bravas de ambos equipos en el Santiago Bernabéu y sus alrededores, los más de 4.000 efectivos desplegados el pasado 9 de diciembre hicieron que sólo se hablara de fútbol, que los millonarios lograran su cuarta Copa Libertadores en el gran duelo de Argentina y que su hinchada pudiera celebrarlo sin ningún problema, ya que el buen ambiente y la tranquilidad fueron las notas dominantes en Madrid aquella tarde de domingo. Los goles en la prórroga de Juan Fernando Quintero y Gonzalo Martínez aún resuenan en el recinto de La Castellana, que desbordó pasión por el deporte rey.

final-bocajrs-river-plate-libertadores-2
Gol de River en La Bombonera en la ida de la final de la Libertadores 2018. | Archivo

Y es que Madrid no es sólo la gran sede del fútbol español. La capital de España es mucho más, pese a que las 68 finales de Copa del Rey celebradas en su suelo desde 1903 la sitúen sin duda como la referencia nacional en ese sentido. Hasta once recintos madrileños han alojado el duelo decisivo del torneo copero en sus distintas nomenclaturas. Desde el Hipódromo de la Castellana hasta el Santiago Bernabéu o el flamante Estadio Metropolitano, pasando por Vallecas y el Tiro del Pichón, entre otros, como los vecinos Campo y Estadio de O'Donnell, donde Atlético de Madrid y Madrid Football Club ya rivalizaban entre 1913 y 1923. Ya no habrá más en el Vicente Calderón, que acogió trece finales, entre las que cabe destacar la del año 1994, con aquella inolvidable tanda de penaltis entre el Real Zaragoza y el Celta de Vigo, con agónico triunfo para el equipo aragonés que entonces dirigía Víctor Fernández.

Madrid es también la ciudad que más partidos de la selección española ha alojado en la historia, con 65 en total, divididos en 38 amistosos, 17 mundialistas (15 de clasificación y dos del Mundial'82) y otros 10 de la Eurocopa (8 clasificatorios y la semifinal y final de la Euro'64). Una relación ligada al equipo de todos los españoles que arrancó el 18 de diciembre de 1921, con una victoria por 3-1 a Portugal en un amistoso celebrado precisamente en el Estadio de O'Donnell, y que tuvo su momento cumbre con el imborrable gol de Marcelino al legendario cancerbero soviético Lev Yashin, La Araña Negra, que supuso el triunfo en la Eurocopa de 1964, ya en el Santiago Bernabéu el 21 de junio aquel año. Entre esas dos fechas, y hasta la actualidad, Madrid ha sido un fortín para España, que ha encontrado en su ciudad más poblada el lugar ideal donde allanar su camino hacia innumerables Mundiales y Eurocopas. Algo que volverá a ocurrir el próximo 18 de noviembre, cuando los de Luis Enrique reciban a Suecia en un duelo crucial en la ruta hacia el próximo torneo continental.

iniesta-espana-bernabeu-2011.jpg
Andrés Iniesta, durante un amistoso ante Colombia en 2011 en el Santiago Bernabéu. | Cordon Press

Ante todo, Madrid es el reflejo de una gestión referente en partidos de primerísima índole global. La Libertadores de 2018 sólo fue la ratificación de ello, y la confirmación de que, con el patrocinio del Banco Santander, la capital española volverá a ser la capital mundial de fútbol con la próxima final de la UEFA Champions League, por primera vez en el Estadio Metropolitano. Atrás quedaron el gol del Marcelino en el 64, y los de Di Stéfano y Gento siete años antes para dar al Real Madrid su segunda Copa de Europa, frente a la Fiorentina. También uno de los momentos cumbres de La Quinta del Buitre, con las dos Copas de la UEFA consecutivas en 1985 y 1986 ante el Videotón húngaro y el Colonia alemán.

En el Bernabéu también alzaron la Orejona los dos grandes clubes lombardos. El AC Milan, en 1969, y el Inter de José Mourinho, en 2010. Entonces cayeron dos transatlánticos del fútbol europeo, Ajax de Ámsterdam y Bayern de Múnich, respectivamente. Con más melancolía se recuerda si cabe la cita de 1980, con el Nottingham Forest derrotando al Hamburgo, merced a un solitario tanto de John Robertson. Dos equipos que hoy pasan por horas mucho más bajas y que en Madrid tocaron el cielo, hace ya casi cuatro décadas.

inter-champions-2010.jpg
El Inter de Milán celebra la Champions League 2010. | Cordon Press

Nadie puede olvidar tampoco la icónica imagen de Sandro Pertini, presidente de la República de Italia, celebrando en el palco del coliseo de La Castellana los tantos de la Azzurra de Paolo Rossi y Dino Zoff un 11 de julio de 1982 en el que los transalpinos tumbaron a Alemania Federal para lograr poner la tercera estrella de campeones del mundo sobre su escudo.

Por cierto, River pudo no ser el único equipo argentino capaz de levantar un título en la casa del Real Madrid. Más de medio siglo antes lo tuvo cerca el Independiente de Avellaneda, que se midió al Inter de Milán en el desempate de la Copa intercontinental de 1964. Sólo un gol de Mario Corso en la prórroga evitó el triunfo americano aquel 26 de septiembre en el Bernabéu. En 1975, Independiente volvió a intentarlo en Madrid, pero se topó con la rabia de un Atlético de Madrid aún herido en el orgullo por la final de Heysel y el doloroso gol de Schwarzenbeck que les robó de la yema de los dedos a los colchoneros su primera Copa de Europa. Once meses después, el Atlético aprovechó la renuncia del Bayern a la Intercontinental para llevase a sus vitrinas el título más importante de su historia, derrotando a un Independiente que volvió a dejarse la gloria en España, viendo cómo los de Luis Aragonés remontaban el 1-0 de la ida en Buenos Aires con dos goles de Irureta y Ratón Ayala.

Antes, y para memorias más privilegiadas, el mismo recinto, aún con la denominación de Nuevo Chamartín, alojó la final de la Copa Latina, una competición entre los campeones de la liga francesa, italiana, portuguesa y española entre 1949 y 1957. El hoy llamado Santiago Bernabéu fue la sede de la primera edición y el ganador, paradójicamente, fue el Fútbol Club Barcelona, verdugo por 2-1 del Sporting de Portugal.

paolo-rossi-italia-1982.jpg
Marco Tardelli (d) y Claudio Gentile celebran un gol de Italia en la final del Mundial de 1982. | Cordon Press

Y es que en Madrid el fútbol es religión. Pasión de remontadas blancas en el Santiago Bernabéu, donde "noventa minuti" siempre fueron "molto longos" si Juanito vestía de blanco. Devoción por el Atlético del Cholo Simeone, capaz de tumbar a todo un Barcelona con dos inolvidables goles de Griezmann en 2016 para colarse, otra vez, en las semifinales de la Champions. Madrid, sencillamente, es fútbol. Y lo es de la mano del Banco Santander, cuyo apoyo facilita la mejor organización para proyectar al mundo la imagen de la Marca España. El 1 de junio, cuando todo el mundo vuelva a mirar a Madrid, habrá otra muestra más de ello. Una vez más.

Banco Santander, patrocinador de la UEFA Champions League, apuesta por el fútbol, sus valores y su potencial como motor de progreso. Porque el fútbol puede inspirar a las personas y a la sociedad a mejorar su vida. Porque el fútbol lo puede todo.

Temas

0
comentarios