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Champions League

Los problemas del Real Madrid: decisiones de Zidane, Hazard, la portería, estado físico, laterales...

El Brujas volvió a destapar las carencias que mostró el Madrid contra el PSG.

El Brujas volvió a destapar las carencias que mostró el Madrid contra el PSG.
Zidane no da con la tecla | EFE

El Real Madrid no termina de despejar las dudas que transmite desde la pretemporada. El empate contra el Brujas destapó las carencias de un equipo que, a día de hoy, está muy lejos de su mejor forma.

Equipo poco trabajado

Zidane, que fue inteligente protegiendo a su equipo tras el desastre de París, consiguió ocultar los problemas de fútbol de su equipo reforzando la sala de máquinas, metiendo a su equipo atrás, juntando las líneas y haciendo que los extremos trabajaran de lo lindo en tareas defensivas. Sin embargo, el galo no ha corregido la raíz del problema. En ataque, además de colgar balones, no hay plan. El equipo es plano y sin identidad.

Cada vez que el Madrid ha tenido que exponer, las vergüenzas han quedado al descubierto. Líneas demasiado separadas, sin automatismos en ataque, circulación lenta y previsible,equipo demasiado estático -nadie tira un desmarque-, la presión es delavazada, las transiciones defensivas dejan mucho que desear, el rival encuentra verdaderas autopistas a la espalda de la defensa... Además, el entrenador no ha sido capaz de minimizar el mal momento de sus jugadores. Hazard, por ejemplo, es cierto que está muy lejos de su mejor nivel, por lo que ponerle abierto en la banda no es la mejor decisión. Sin chispa para el desborde, sería mucho más productivo moviéndose con libertad por detrás de Benzema. Zidane piensa otra cosa.

Decisiones difíciles de entender

Igual que Zidane fue inteligente protegiendo a su equipo para las exigentes salidas del Pizjuán y el Metropolitano, hay decisiones del galo en la gestión de su equipo que son complicadas de entender. Su afán por meter con calzador a Lucas Vázquez va a terminar por acabar con el gallego. Lucas se siente en el punto de mira, su nivel actual no le llega para ser titular en el Real Madrid, y está cerca de pasar de ser un buen recurso saliendo desde el banquillo a un cero a la izquierda. Flaco favor le hace Zinedine apostando una y otra vez por él.

El pasado sábado en el Metropolitano, Fede Valverde demostró lo útil que puede serle a este equipo. Con un físico privilegiado, el uruguayo ayuda y mucho en las coberturas al abarcar mucho campo. Aún le falta soltarse y mostrar su enorme llegada, pero esa no es excusa para que Zidane le de a Modric 95 minutos, después de volver en el Metropolitano de una lesión muscular. Con Casemiro jugándolo todo hasta la fecha, el Madrid echó de menos ante el Brujas el oxígeno que aporta Valverde. El reparto de minutos de su sala de máquinas, ¿por qué se negó Zidane a fichar a un centrocampista cuando supo que Pogba no podía llegar a Concha Espina?, es muy mejorable.

Caso aparte es el de Vinícius. El brasileño, que parece no gustarle demasiado a Zidane, ha perdido toda la confianza. Cierto es que en verano no mejoró en lo que debía -ejecución de pases y tiros- pero la gestión de sus minutos en este inicio de temporada es mejorable.

Los nuevos fichajes

Dejando a un lado a Hazard, Militao desmostró ante Osasuna que puede ser una pieza muy valiosa para el Madrid. Su velocidad y su capacidad para corregir, le convierten en un baluarte a la hora de adelantar la línea defensiva. Tras su gran partido ante los rojillos, el brasileño vuelve a calentar banquillo. Jovic, que ha jugado 200 minutos y aún no ha visto puerta, se quedó sin jugar ante el Brujas. Mendy, que ha dejado muy buenas impresiones en los partidos que ha jugado, está siendo lastrado por las lesiones en este inicio de temporada. Rodrygo, que dejó constancia de la tremenda clase que tiene ante Osasuna, fue premiado con la vuelta al Castilla.

Físicamente el equipo no da la talla

En el fútbol moderno el físico es fundamental. El plantel, más allá de las 10 lesiones musculares que ha sufrido hasta la fecha, demuestra que no está bien en el apartado físico. El equipo igual llega como un tiro a la recta final de temporada, pero el trabajo del nuevo preparador físico Gregory Dupont, es deficiente en este arranque de curso. Sin chispa y con muchos jugadores lejos de su mejor forma, el Madrid paga muy caro el exceso de carga de trabajo impuesto por Dupont.

Los laterales no son relevantes

En el juego del Real Madrid, la importancia de los laterales en ataque es capital. Son los encargados de dar profundidad y romper muros. Entre lesiones, físico y un bajón evidente futbolístico, lo cierto es que Marcelo y Carvajal están a años luz de su mejor nivel. EL brasileño, que llegó bastante bien a la pretemporada, no ha tenido continuidad. Especialmente sangrante, sin embargo, es el caso del lateral derecho. Odriozola es muy blando en defensa y en ataque, llega muy bien a línea de fondo, pero sus centros no generan peligro al rival. Por su parte Carvajal, que mostró algo de mejoría en el Pizjuán y en el Metropolitano, volvió a las andadas ante el Brujas. En defensa es un coladero y en ataque no da una a derechas.

La portería empieza a oler mal

El club apostó por Thibaut Courtois este verano. El belga, guante de oro del pasado Mundial. no se termina de encontrar en el Madrid. Tienen unas tremendas condiciones pero para triunfar en la portería del Bernabéu necesitas algo más. Tener estrella. Una estrella que se le ha apagado al belga. Desde fuera la sensación de inseguridad es tremenda y parece que cada llegada de peligro del rival terminará en gol. Parte de la afición madridista mostró su desencanto con Thibaut este martes. Además, sus sustituto al descanso, Areola, fue ovacionado. El guardameta galo fue un parche que puso la dirección deportiva tras la repentina marcha de Keylor Navas. Un portero que dejó muchas dudas en Villarreal y París por su irregularidad y que en dos ratos se ha ganado el aprecio del Bernabéu. El Madrid tiene un problema en la portería.

Esperando a Hazard

El belga no carbura. Los críticos de Eden Hazard en Inglaterra siempre le echaban en cara lo mismo. Que era un jugador bastante vago y que no ayudaba en tareas defensivas y su irregularidad -en algunos partidos no aparece-. Algo que derrumbó el pasado curso firmando una temporada espectacular -anotó 21 goles y repartió 17 asistencias-. Sin embargo, este año los fantasmas vuelven a sobrevolar a la estrella del Madrid. Llegó bastante pasado de peso a la pretemporada y la lesión muscular que sufrió antes del debut liguero ante el Celta hacen que aún esté lejos de su mejor forma. En cinco partidos con la camiseta merengue no firma ni asistencias ni goles.

Si en Liga al menos ha dejado muestras de su compromiso defensivo -en el Pizjuán, donde recuperó 8 balones, y en el Metropolitano dio la cara en tareas defensivas-, en Champions su rendimiento ha sido muy deficiente. Mirando sus cifras en la máxima competición continental, sorprenden sus números. Hazard ha jugado durante su carrera 46 partidos donde ha marcado 8 goles y ha repartido 13 asistencias. El Madrid necesita que su nueva estrella, aparezca cuando antes.

En los próximos partidos, Zidane necesita definir la identidad de su equipo. Si quiere seguir por la línea de protegerse atrás, que apueste de verdad. Así ha conseguido rascas puntos en Balaídos, el Metropolitano y el Pizjuán. En ataque algún chispazo de genialidad de Benzema, Bale, James o Hazard llegará. Pero si quiere mantener el liderato y luchar por la Champions necesita algo más. Trabajar en lo físico, en los movimientos ofensivos y en estudiar al rival. Su equipo necesita que Zinedine dé un paso más. Aún está a tiempo.

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