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Champions League

Análisis del Atalanta, rival del Real Madrid en octavos de la Champions

El equipo de Gasperini, que el pasado curso llegó a cuartos y asombró con su juego ofensivo, pasa por una dura crisis. Ahora es octavo en la Serie A.

El equipo de Gasperini, que el pasado curso llegó a cuartos y asombró con su juego ofensivo, pasa por una dura crisis. Ahora es octavo en la Serie A.
Gian Piero Gasperini (i) y Papu Gómez, durante un partido del Atalanta. | Cordon Press

El Atalanta, rival del Real Madrid en octavos de la Champions 2020/21 —según ha deparado el sorteo celebrado este lunes en la ciudad suiza de Nyon—, lleva ya años asombrando a Italia, aunque fue el pasado curso cuando saltó al panorama internacional con su excelente organización táctica y su fútbol ofensivo, llegando a convertirse en el equipo con más goles de las grandes ligas europeas.

El conjunto de Bérgamo llega ahora a la ronda de los 16 mejores de la Liga de Campeones por segundo año consecutivo, de nuevo como segundo de grupo. La pasada campaña destrozó al Valencia en octavos de final al endosarle ocho goles entre los dos partidos (4-1 en la ida en San Siro y 3-4 en la vuelta en Mestalla), aunque luego cayó en cuartos frente al París Saint-Germain, a la postre subcampeón, en una eliminatoria disputada a partido único en Lisboa (1-2).

Además de por su fútbol ultraofensivo, el Atalanta también fue noticia por convertirse en una auténtica bomba biológica, erigiéndose en uno de los focos que trajeron el coronavirus a España, después de que se permitiera el acceso del público al estadio de Mestalla. De hecho, el veterano entrenador del equipo lombardo, Gian Piero Gasperini, confesó tiempo después que él ya padecía la enfermedad durante esa eliminatoria, cuyo partido de ida se jugó en San Siro y no en su campo habitual del Gewiss Stadium de Bérgamo debido a las obras en el estadio lombardo. Sin embargo, por aquel entonces (19 de febrero de 2020), la situación ya era crítica en todo el norte de Italia.

El Atalanta, que el pasado curso acabó tercero en la Serie A con 78 puntos —los mismos que la Lazio y a cinco del campeón, la Juventus de Turín—, pasa este año por una grave crisis a todos los niveles, especialmente en el vestuario, pues Gasperini está enfrentado con la gran estrella del equipo y capitán, el argentino Alejandro Papu Gómez. El veterano centrocampista bonaerense, de 32 años, puede estar viviendo sus últimas semanas con el cuadro neroazzurro, pues cada vez son más fuertes los rumores de que acabe abandonando el club en el próximo mercado de invierno después de seis temporadas y media.

El Papu tuvo un fuerte altercado con Gasperini hace dos semanas durante el descanso del partido de Champions contra el Midtjylland en casa (1-1) y este domingo se quedó fuera del equipo por decisión técnica en el choque liguero que el Atalanta ganó por 3-0 ante la Fiorentina. "Hay situaciones que se deben estudiar. Este año, tras dos temporadas, el rol del Papu, el de todocampista, en algunos partidos fue difícil de proponer para el equipo. Siempre debe haber confianza y disponibilidad. De no ser así, es más difícil para mí y para el jugador", afirmaba Gasperini a la conclusión del duelo ante la Fiorentina.

Unas declaraciones a las que ha respondido horas después Gómez, con un mensaje con el que ha dejado entrever su adiós al cuadro de Bérgamo, al que llegó en verano de 2014 procedente del Metalist Járkov ucraniano. "Queridos aficionados del Atalanta: os escribo por aquí porque no tengo ninguna manera de defenderme y hablar con vosotros. Solo quería deciros que cuando me vaya se conocerá la verdad sobre todo. Vosotros me conocéis y sabéis qué persona soy. Os quiero, vuestro capitán", fue el mensaje publicado por el Papu en Instagram.

Un registro goleador imponente

La crisis en el vestuario se ha trasladado al terreno de juego, pues el Atalanta, que la pasada campaña marcaba goles como churros, lleva sólo 21 goles a favor en la Serie A frente a los 30 que llevaba la pasada campaña a estas alturas. En la campaña 2019/20 acabó con la friolera de 98 goles en el campeonato doméstico (por 48 en contra) para convertirse en uno de los equipos más temidos de toda Europa de cara al marco rival.

Además del Papu Gómez, Gasperini tiene muchos argumentos ofensivos con los que dar más de un quebradero de cabeza a las defensas rivales. Los colombianos Duván Zapata y Luis Muriel y el esloveno Josip Ilicic son junto a Gómez las estrellas de un equipo que encadenó dos terceras plazas consecutivas en la Serie A. El pasado curso acabó segundo en el grupo C de la Champions con siete puntos, tras el Manchester City de Pep Guardiola (14), y le dio un repaso a toda regla al Valencia en octavos para, en la siguiente ronda de los cuarto de final, acabar rozando la sorpresa ante el todopoderoso PSG de Neymar y Kylian Mbappé.

Zapata, autor de 52 goles en las últimas dos temporadas y media, es el terminal ofensivo de un equipo que practica un fútbol moderno, con jugadores polivalentes que saben compaginar perfectamente habilidad técnica, fuerza atlética y compromiso defensivo, si bien la retaguardia es el principal hándicap de este Atalanta. Además, Muriel ya sabe lo que es medirse con el Madrid. Lo hizo cuando jugaba en el Sevilla y también dio una asistencia en una victoria sevillista por 3-2.

Gasperini alinea un 3-4-2-1 en el que también destacan los dos extremos, el holandés Hans Hateboer por la derecha y el alemán Robin Gosens por la izquierda, jugadores fuertes en defensa y siempre presentes en zona ofensiva. En particular, Gosens anotó diez goles el año pasado y ya lleva tres este curso.

Gasperini, el gran arquitecto

Pero el gran arquitecto de este equipo es Gasperini. El veterano técnico piamontés, de 62 años, asumió el mando del Atalanta en 2016, tras su paso por clubes como el Inter de Milán, Palermo y Génova, y desde entonces la entidad de Bérgamo ha tenido un crecimiento espectacular que en poco tiempo le ha convertido en uno de los referentes del fútbol italiano.

Sin embargo, el conjunto neroazzurro atraviesa ahora por su peor momento en los últimos años y de esa crisis debe sacar tajada el Real Madrid, un equipo que —no nos cansaremos de repetirlo— es capaz de lo mejor, pero también de lo peor. A día de hoy, el renacido conjunto de Zinedine Zidane sería claro favorito en la eliminatoria, pero como los partidos de octavos se juegan los días 24 de febrero (ida en Italia) y 16 de marzo (vuelta en Valdebebas), habrá que esperar a ver cómo transcurren los acontecimientos; a ver si Papu Gómez finalmente se marcha o no. Así que, como el propio Zizou recordaba en rueda de prensa, en la previa del Real Madrid-Athletic de Bilbao de este martes, la eliminatoria comienza dentro de dos meses, por lo que no ha dudado en pedir "mucho respeto".

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