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Champions League

Octavos de Champions: la suerte le da la espalda al Madrid, el Atlético respira y el Villarreal sueña

Los de Ancelotti se medirán al PSG. Los rojiblancos se enfrentarán al United de Cristiano y el Submarino Amarillo jugará contra la Juventus.

Los de Ancelotti se medirán al PSG. Los rojiblancos se enfrentarán al United de Cristiano y el Submarino Amarillo jugará contra la Juventus.
Mbappé jugará en el Santiago Bernabéu | EFE

Tras el lamentable espectáculo dado por la UEFA en el sorteo original, con un error histórico que hizo que se tuviera que repetir por complerto el sorteo, todo cambió. El Real Madrid pasó de enfrentarse al Benfica a hacerlo con el PSG. El Atlético, temblando tras tocarle el Bayern, se medirá al United de Cristiano. Por su parte el Villarreal ha cambiado al City por una Juventus que atraviesa sus horas más bajas en años.

Los emparejamientos definitivos del sorteo de octavos son los siguientes:

Salzburgo (AUT) - Bayern Múnich (GER)

Sporting Lisboa (POR) - Manchester City (ING)

Benfica (POR) - Ajax (NED)

Chelsea (ING) - Lille (FRA)

Atlético de Madrid (ESP) - Manchester United (ING)

Villarreal (ESP) - Juventus (ITA)

Inter (ITA) - Liverpool (ING)

París Saint Germain (FRA) - Real Madrid (ESP)

Los encuentros se disputarán a las 21horas los días 15/16/22/23 de febrero (ida) y 8/9/15/16 de marzo (vuelta).

Enfado en el seno del Madrid

El Real Madrid ha pasado en dos horas de enfrentarse al Benfica en octavos de final de la Liga de Campeones a ser emparejado con el París Saint-Germain tras la repetición del sorteo, lo que supone ver a Kylian Mbappé en el Santiago Bernabéu, volver a enfrentarse al argentino Leo Messi y poder ver en el equipo rival a Sergio Ramos. Una eliminatoria cargada de morbo.

La UEFA decidió repetir el sorteo entero tras los problemas de "software" que ocasionaron confusión en la extracción de las bolas, todo posterior a que se diera el enfrentamiento contra el conjunto portugués, por lo que generó una tremenda indignación en el Real Madrid.

Una decisión que no gustó nada en el seno merengue. Consideran que han sufrido una "adulteración flagrante" del sorteo. Opinan que su emparejamiento con el Benfica, que se dio al comienzo del sorteo, sí cumplió con las normas del mismo, por lo que califican como "inadmisible" la decisión de repetir su cruce.

El Real Madrid transmitió a la UEFA que el sorteo debería repetirse teniendo en cuenta el cruce contra el Benfica, pero no fue así y le tocó uno de los ‘cocos’ que se clasificaron como segundos de grupo.

Cristiano volverá a Madrid

Si en el Madrid están que trinan, en el Atlético respiran. De medirse a un rodillo como el Bayern a hacerlo a un United lleno de talento, pero que aún le queda mucho para carburar como equipo hay un mundo. Eso sí, ojo porque poco se parecerá el Manchester United de ahora al que se enfrente el equipo de Simeone en febrero. La llegada de Ralf Rangnick debe revitalizar a un conjunto que con Solskjær estaba muerto en vida.

Casi cuatro años acumula sin títulos un Manchester United que se ha deprimido durante la etapa de Ole Gunnar Solskjaer y cuya marcha es la esperanza para acabar con temporadas y temporadas de sinsabores, mal juego y desorganización. Ha llegado Rangnick y tiene seis meses por delante para dotar de estabilidad al conjunto y de una seña de identidad y de fútbol de la que carece.

Con solo tres partidos en el cargo, el técnico alemán ya ha tratado de cambiar radicalmente, imponiendo una asfixiante presión alta con su peculiar esquema 4-2-2-2 inédito y que pretende actuar como 'shock' para unos jugadores acomodados y acostumbrados al desastre táctico de Solskjaer. Se vieron brotes verdes en la victoria contra el Crystal Palace hace una semana, pero contra el Norwich City se volvió a las andadas.

Este United terminó encomendado a que los de arriba, especialmente a Cristiano Ronaldo, y a David de Gea en la portería para doblegar al colista, evidenciando que Rangnick tiene mucho trabajo por delante.

Dos meses le separan de la eliminatoria contra el Atlético de Madrid. Será la primera vez que se enfrenten a los rojiblancos en Europa desde 1991, cuando los españoles les eliminaron en la segunda ronda de la Recopa.

Rangnick tiene tiempo para recuperar a jugadores lesionados, como Raphael Varane y Paul Pogba, y para hacerlos encajar en su estilo, como a un Bruno Fernandes que, desde la llegada de Cristiano, ha bajado su precisión ofensiva. El máximo goleador del equipo la temporada pasada tira menos y marca mucho menos. Como un Edinson Cavani que se ve fuera, al igual que Jesse Lingard y Anthony Martial. Este United sufre 'overbooking' arriba.

Atrás, Harry Maguire y Varane no han encontrado continuidad juntos, mientras que los laterales solo ofrecen incertidumbres. Aaron Wan-Bissaka es inconsistente y ha perdido el puesto con Diogo Dalot, mientras que las lesiones de Luke Shaw le han abierto la puerta a un Alex Telles que está jugando bien por primera vez desde que llegó del Oporto.

Los mediocentros son el gran problema del equipo, con Scott McTominay y Fred muy lejos de la calidad de otras posiciones.

Ahora mismo el United, que está fuera de puestos de Champions en la Premier, es solo pegada. Rangnick necesita canalizar ese poder ofensivo y que los 'Diablos Rojos' no sean solo un equipo que vive de que Cristiano y compañía consigan cazar algo dentro del área.

La Juventus, un gigante en plena crisis

La Juve, dos veces campeón de Europa pero sin títulos desde 1996, rival del Villarreal en los octavos de final de la Liga de Campeones, es un coloso en crisis, que tras dominar el fútbol italiano durante una década, entró en un profundo proceso de involución.

Eliminado dos veces consecutivas en los octavos de final de la Liga de Campeones, contra el Lyon y el Oporto, y clasificado en la Copa de Europa en la última jornada del último campeonato, el Juventus es ahora sexto en la tabla, a doce puntos el liderato y a ocho de la cuarta plaza.

Eso sí, sin brillar, consiguió avanzar a los octavos de final de la Copa de Europa como líder de su grupo por delante del Chelsea, vigente campeón, gracias a la derrota del conjunto inglés en la última jornada frente al Zenit San Petersburgo.

Tras despedir a Massimiliano Allegri en 2019, el hombre que ganó cinco títulos ligueros y cuatro Copas Italia en cinco años, para apostar por un juego más ofensivo, el Juventus ha visto bajar su rendimiento. Un bajón fisiológico tras tantos años en la elite, pero que tuvo importantes consecuencias económicas y deportivas.

Ganó el título liguero con Maurizio Sarri en 2020 y entregó el cetro el año pasado en la gestión de Andrea Pirlo, acabada con una Copa Italia y una Supercopa italiana.

Las dos eliminaciones en octavos de "Champions" ante equipos a priori menos preparados, como el Lyon y el Oporto, certificaron la involución de un club que volvió a fichar a Allegri como entrenador en la presente temporada. Tras ver que el camino del buen juego no dio dividendos, la dirección deportiva volvió a apostar por la organización y atención defensiva del técnico toscano.

Pero hasta este momento el rendimiento del Juventus, que vendió al portugués Cristiano Ronaldo al Manchester United, ha sido negativo y marcado por altibajos.

Tardó cinco jornadas para ganar su primer partido en la Serie A y ya cayó tres veces en casa, ante el Sassuolo, el Empoli y el Atalanta. Es sexto en la tabla, a ocho puntos de los puestos de Liga de Campeones y a doce del líder Milan.

Solo marcó 23 goles en 17 jornadas y recibió 17, números insuficientes para pelear por el título liguero.

A la Juventus le costó sobreponerse a la baja del argentino Paulo Dybala, quien marcó ocho goles pero sigue sin conseguir tener continuidad a causa de una serie de problemas físicos.

Álvaro Morata sigue dejando muchas dudas de cara a portería, solo lleva 6 goles en 21 partidos. La Vecchia Signora, harta, ya ha dicho al Atlético que no ejercerá la opción de compra. Irán con todo a por Dušan Vlahović, detrás de Haaland, el mejor delantero centro joven del mundo y que la está partiendo con la Fiorentina.

Allegri tendrá dos meses para intentar cambiar la dinámica de la temporada y dar una identidad más clara a su equipo, en busca de nuevas motivaciones. Con el preparador toscano, el Juventus ya alcanzó dos finales de la Liga de Campeones, pero las perdió contra el Barcelona en 2015 y el Real Madrid en 2017.

La Copa de Europa es la gran obsesión del conjunto turinés, que desde su último título, en 1996, perdió cinco finales, en 1997, 1998, 2003, 2015 y 2017.

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