Aún no ha rodado el balón en el Stade de France, escenario esta noche de la final de la Champions entre el Liverpool y el Real Madrid, y los jugadores del conjunto red se han mostrado muy molestos con la UEFA, según desvela el diario Daily Mail. El motivo es la prohibición del organismo europeo, que no permitirá a los familiares de los jugadores bajar al césped para la celebración del título del equipo ganador.
Los motivos que aduce la UEFA son "de seguridad", algo que no ha convencido a los futbolistas, cuyas imágenes acompañados de sus parejas e hijos se han vuelto comunes al finalizar este tipo de eventos.
Además, en el Liverpool también ha molestado la asignación de las entradas al considerar desde el club de Anfield que es mucho más baja que la del Real Madrid. Según esta información, el equipo inglés dispone de 382 entradas para familiares de jugadores, dado que el club decidió poner la mayoría en manos de sus aficionados.