El Paris Saint Germain firma un nuevo fracaso en Europa. El equipo parisino dijo adiós a la Champions League en los octavos de final tras ser barrido en la eliminatoria por el Bayern Múnich (3-0 en el computo global). Muchos han sido los señalados en Francia: el técnico Christophe Galtier, el presidente Nasser al Khelaifi, las estrellas Lionel Messi y Kylian Mbappé que estuvieron desaparecidos en el partido de vuelta... pero si hay una figura que ha quedado seriamente dañada es la del asesor deportivo externo Luis Campos.
Campos llegó este verano a París para ser el nuevo gurú en los fichajes del PSG. Su trayectoria en los últimos años era tremendamente exitosa. Comenzó siendo ojeador y analista táctico en el Real Madrid de la mano de José Mourinho y en 2013 tomó las riendas como director deportivo del Mónaco. En tres temporadas hizo volar a los monegascos. Fue el artífice de fichajes como los de Radamel Falcao, João Moutinho, James Rodríguez, Fabinho, Anthony Martial, Ricardo Carvalho, Dimitar Berbatov, Bernardo Silva, Tiémoué Bakayoko, Geoffrey Kondogbia, y Thomas Lemar. Llenó de billetes el bolsillo del presidente del Mónaco, ganó la Ligue 1 y se marchó al Lille, equipo al que hizo también campeón de la liga francesa en 2020.
El luso, una de las peticiones de Kylian para renovar su contrato con los parisinos este pasado verano, se ha estrellado con todo el equipo. Considerado uno de los mejores arquitectos de plantillas en el mundo del fútbol, su planificación deportiva ha sido nefasta. Fichajes millonarios que no han aportado nada, elección errónea del entrenador y refuerzos que eran considerados vitales que jamás llegaron al Parque de los Príncipes.
Ni un solo fichaje de Luis Campos ha conseguido ser importante y decisivo en París. Vitinha, Renato Sanches, Fabián Ruiz, Carlos Soler, Mukiele y Ekitike no han pasado de dejar algún destello suelto esta temporada sin ser relevantes en ningún momento, convertidos en meros comparsas de rotación que no han aumentado el nivel de una plantilla que mantiene los mismos pecados que las de sus predecesoras. Campos, que se ha gastado 147 millones de euros esta campaña -sin contar la renovación de Mbappé-, ha sido incapaz de construir un equipo.
Luis dejó sin cubrir la baja de Sarabia en el mercado de invierno y no consiguió cerrar, ni en el mercado estival ni el invernal, el gran objetivo del PSG para esta temporada: el central del Inter Milan Škriniar. Además el luso vio como el Chelsea se río en su cara el último día del mercado invernal cuando Ziyech estaba en las oficinas del conjunto parisino esperando que mandara el contrato el conjunto londinense para firmarlo. Los ingleses lo retrasaron aposta para que no llegara a tiempo y a Campos y al propio extremo marroquí se les quedó cara de tontos.
La apuesta por Christophe Galtier en el banquillo, con el que coincidió en el Lille y al que ambos hicieron campeón, ha salido rana. No ha sido capaz de darle una identidad a un equipo que se le ha caído en el 2023, llegando al momento clave de la temporada con demasiados jugadores importantes fuera de forma.
Esta temporada, además del revés recibido en esta Champions, el PSG también fue eliminado por el Olympique de Marsella en Copa. Luis Campos ha pasado de ser el gran arquitecto del PSG del futuro a un enterrador de millones e ilusiones que ha quedado seriamente retratado tras consumar un sonado fracaso.