Ganar una Champions no es sencillo, y mucho menos una final. Da igual que seas el mejor equipo del mundo. Sufrió, no estuvo cómodo y ni mucho menos cumplió con las predicciones que la mayoría del mundo del fútbol de antes del choque. Aún así, el Manchester City de Pep Guardiola ha conseguido, tras muchos años, alzarse con una Copa de Europa tras vencer al Inter de Milán en la final disputada en Estambul (1-0).
En la primera mitad, el planteamiento de Simone Inzaghi tuvo en jaque a Guardiola. Intensidad, pocos espacios y una búsqueda constante de contras vertiginosas. No se encontró cómodo el conjunto sky blue en ningún momento, aunque tuvo más el balón. A pesar de ello, Haaland tuvo en sus botas una ocasión clara que despejó Onana con una magistral parada. El noruego, constantemente marcado por Franco Acerbi, no pudo apoyar a los suyos como acostumbra.
Fue en el minuto 33 cuando encontró un problema en mayúsculas el equipo del entrenador español. Kevin de Bruyne tuvo que retirarse lesionado para dejar paso a Phil Foden. Un contratiempo enorme para Guardiola, que perdió a su capitán general en tres cuartos de campo. Tras ello, el primer tiempo entró en un período de igualdad máxima que se mantuvo sin ocasiones hasta que tuvieron que retirarse los 22 protagonistas a vestuarios.
El descanso, al igual que los 15 primeros minutos tras la reanudación, fueron la calma que precede a la tormenta. El Inter también padeció una lesión, y Edin Dzeko tuvo que marcharse del terreno de juego para dar paso a Lukaku.
Más de lo mismo en los inicios, hasta que el partido se volvió loco. Ocasiones por parte de ambos bandos, que terminaron por decantarse del lado inglés. En el minuto 68, Bernardo Silva se internó en el área para centrar el balón. Un rechace dejó el balón muerto para que Rodri Hernández disparara prácticamente solo a la meta de Onana. El español puso el 1-0, y fue la chispa que terminó de despertar al Inter.
Los pupilos de Inzaghi se volcaron sobre la portería de Ederson, aunque sin fortuna. Dimarco tuvo la más clara, con un remate de cabeza al larguero. El rechace lo taponó, sin querer, Lukaku. De ahí en adelante, el City dominó el balón y durmió el partido.
A pesar de los intentos a la desesperada por parte de los italianos —con una carambola incluida en la que Rúben Días casi se marcó en propia meta—, el partido llegó a su fin. El Manchester City consigue su primera Champions y Guardiola la tercera tras las dos que conquistó con el Barcelona (2009 y 2011). Un proyecto, el de los citizens, que pone el broche final a muchos años de intentos infructuosos.
Ficha técnica
Manchester City, 1: Ederson; Akanji, Rúben Dias, Stones, Aké; Rodri, Gundogan, De Bruyne (Foden, m.35); Grealish, Bernardo y Haaland
Inter de Milán, 0: Onana; Darmian (D'Ambrosio, m.84), Acerbi, Bastoni (Gosens, m.76); Dumfries (Bellanova, m.76), Barella, Brozovic, Calhanoglu (Mkitaryan, m.84), Dimarco; Dzeko (Lukaku, m.57) y Lautaro
Gol: 1-0, m.68: Rodri
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Haaland (m.92) y Ederson (m.94), del Manchester City; y a Barella (m.59), Lukaku (m.83) y Onana (m.92), del Inter de Milán
Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el Atatürk Olympic Stadium de Estambul ante unos 70.000 espectadores