Intenta darle un balonazo, resbala y acaba por los suelos: la insólita expulsión de Tolói

Está claro que la eliminatoria entre el Brujas y la Atalanta ha sacado a los de Gasperini de sus casillas. Un Brujas que ni siquiera es líder en la liga belga –ese lugar lo ocupa el Gent, rival del Betis mañana– y que entró como último clasificado de la fase de grupos de la Champions League. Cerca estuvo de quedarse fuera con la derrota ante el Manchester City por 3-1 en la última jornada de la primera fase. La Atalanta, por su parte, clasificada como novena, se quedó a un punto de entrar directamente a los octavos de esta edición de la Champions League. El empate en la última jornada ante el Barcelona no le bastó para asegurarse la plaza en la siguiente ronda.

Algo que ha acabado pagando muy caro, tanto en el partido de ida como en el de vuelta, ante un Brujas que ha sorprendido a toda Europa con un nombre propio: Ferran Jutglà. El canterano del Espanyol ya deleitó en la ida con un gol y volvió a hacer lo mismo en la vuelta con un golazo, firmando el 0-3 hasta el momento.

Aunque poco después Lookman haría el 1-3 del encuentro, este tanto significaba el 2-5 de la eliminatoria, que ya sería inamovible. Ni de penalti pudo la Atalanta acercarse en el marcador, Mignolet adivinó el lanzamiento de Lookman y le negó la posibilidad de reducir la diferencia.

Finalmente, y propio de la desesperación, llegó la imagen del partido, protagonizada por el capitán de la Atalanta, Rafael Tolói. Al italiano de 34 años se le fue la pinza tras el choque de De Cuyper al intentar sacar de banda. El lateral italiano, fuera de sí, intentó propinarle –todavía no se sabe si un balonazo o un puñetazo–, pero acabó resbalando y cayendo por los suelos para, posteriormente, salir corriendo detrás del jugador del Brujas y empujarlo por detrás. Pese a la inmediata expulsión, el árbitro se interpuso en la carrera del italiano para intentar evitar la agresión. Aun así, el capitán de la Atalanta seguía furioso y con ganas de pedir explicaciones al jugador belga, que le había chocado sin venir a cuento.

Acción muy fea, a la vez que graciosa por el resbalón del principio, pero que seguramente acarreará más de un partido de suspensión para el jugador de 34 años por conducta violenta.