
El partido entre el FC Barcelona y el Benfica mostró las dos caras del fútbol. Por un lado, el buen fútbol y la entretenida primera parte que nos regalaron ambos conjuntos, sobre todo con el dominio de los culés y el golazo de Lamine Yamal. Y por otro, la cara más amarga del fútbol, la que refleja la violencia de los ultras por parte de los lusos.
El tempranero gol de Raphinha adelantó a los de Flick y parecía ponerles pie y medio en los cuartos. Pero la inminente reacción de Otamendi, a los dos minutos del gol, volvió a meter de lleno al Benfica y a enchufar a sus aficionados allí presentes.
Lanzamiento de objetos y bengalas
Tras el gol, comenzaron a tirar objetos a los aficionados que estaban debajo de su zona. Hay que recordar que los visitantes están colocados en la parte alta del estadio, por lo que todo lo que tiran cae sobre los aficionados del Barcelona que están justamente debajo.
Además, tras el golazo de Lamine Yamal, "Las Águilas" como se hacen llamar los aficionados del Benfica, comenzaron a encender bengalas y volvieron a molestar, provocando el parón del encuentro. Los de Lisboa querían meter miedo e intentar dar un último empujón a su equipo para conseguir la igualada en la eliminatoria.
Con el aviso por megafonía por parte de la seguridad del estadio, parecía que los ultras del Benfica se amansaban, pero nada que ver con la realidad, ya que se estaban reservando para el final del encuentro.
Batalla campal en las gradas
Tras hacerse efectivo el 3-1 definitivo y confirmar la clasificación del Barça tras el 0-1 de la ida, los aficionados portugueses desataron la locura y el caos en la grada visitante del Estadio Olímpico Lluís Companys.
Batalla campal con los aficionados del Benfica y la seguridad del FC Barcelona en Montjuic al finalizar el partido de octavos de Champions League. pic.twitter.com/BEBMufcH6D
— JORDI (@jordimoreno8_) March 11, 2025
Gracias a un vídeo grabado por un usuario de X que estaba allí presente, hemos podido ver la forma de actuar de la parte más radical de los aficionados del Benfica. A base de patadas, empujones y puñetazos, la facción más radical de estos seguidores intentaba tirar abajo el cristal de la pared que separaba a una afición de otra.
Apenas tres auxiliares de seguridad sujetaban la pared para que no se venciera y pudieran acampar a sus anchas, mientras que uno de ellos sufrió cuando le tiraron y le zarandearon para agredirle.
Por detrás llegó un vigilante de seguridad intentando acudir en auxilio de sus compañeros y para disuadir al grupo de violentos que estaban intentando tirar abajo el cristal. A su llegada, el vigilante de seguridad fue tomado por los ultras, quienes le propinaron varios golpes y agresiones, llegando incluso a quitarle el chaleco de seguridad.
El vigilante tuvo que sufrir las agresiones de los hinchas visitantes hasta que llegaron varios compañeros de seguridad en su auxilio y consiguieron controlar la situación.