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Champions League

Virgilio Fossati, la estrella del Inter de Milán que murió en la Guerra

Capitán del primer Inter campeón, de la primera selección italiana, y mucho más que eso... terminó falleciendo durante la I Guerra Mundial.

Capitán del primer Inter campeón, de la primera selección italiana, y mucho más que eso... terminó falleciendo durante la I Guerra Mundial.
Virgilio Fossati, con la camiseta del Inter de Milán. | Archivo

Esta noche ante el Barcelona el Inter de Milán volverá a revivir las grandes noches europeas. Ganador de tres Champions a lo largo de su historia, está consolidado como uno de los mejores equipos del mundo casi desde sus inicios. Giuseppe Meazza, Sandro Mazzola, Giacinto Facchetti, Lothar Matthaus, Ronaldo Nazario, Luis Suárez… La lista de grandes estrellas que han pasado por sus filas es interminable.

Sin embargo, la primera gran estrella del Inter, su primer capitán, su primer ídolo de la afición, fue un futbolista sencillo. Trabajador. Humilde. Con grandes dotes de liderazgo, y un fútbol avanzado a su tiempo. Un fútbol, en el que se debía parar por ir al frente. Por ir a la Guerra. En esa tesitura se encontró Virgilio Fossati, con el infortunio de que jamás pudo regresar a los terrenos de juego.

Esta es su historia.

Del Milan al nuevo Inter

Nacido el 3 de enero de 1891 en Porta Ticinese, Milán, Virgilio es uno de tantos niños que crecen fascinados por aquel deporte que prácticamente acaba de llegar: el fútbol. En Inglaterra ya llena estadios enormes para los partidos de la FA Cup. En Italia, sólo es aún una ilusión que comienza a desplegarse, eso sí, de manera rápida y contundente.

Sus primeros pasos son el barrio, con sus amigos. Y con ellos fundará un equipo, la Minerva, que se enfrenta a otros conjuntos de barrio. No tarda en llamar la atención del que ya es el gran equipo de la ciudad, el Milan, ya tres veces campeón de Italia. Y en juveniles, pasa a formar parte del equipo rossonero.

Pero entonces se produce la histórica escisión que termina derivando en el Internazionale Milano. Ya lo saben, un equipo que, a diferencia de su matriz, pretendía abrir el fútbol a todo el mundo. Italianos, y no italianos. Burgueses, o clase trabajadora. El balón los unía e igualaba a todos. Ese es el germen del equipo.

Y por el empeño del fundador del Inter, Giovanni Paramithionni, Virgilio Fossati también cambia de bando. Aún es menor de edad, pero no hay duda de que se trata de una apuesta acertada: terminará convirtiéndose en una leyenda, un emblema, del Inter.

Y ojo, porque lo hace de manera inmediata. En su primer año, es el capitán del equipo. Con todo lo que aquello supone en esos momentos: a la falta de entrenador, el capitán es quien debe tomar las decisiones de carácter táctico y técnico.

Él es el hombre perfecto para desempeñar ese rol de jugador-capitán-entrenador, dada su inteligencia sobre el campo, muy avanzada a la época. Un futbolista "con perfecta visión de juego y sentido de la posición, intuía el juego, entendía las dinámicas y donde debía andar el balón", escribía Emilio Colombo en su columna de Lo Sport Illustrato.

Y, con él al mando, al año siguiente, el segundo de vida en la historia del club, el Inter de Milán se proclama campeón de liga. Necesitó de un partido de desempate ante la Pro Vercelli para lograrlo. En el mismo, Fossati, que no era precisamente un goleador, anotaría dos tantos decisivos para lograr el primer título del club.

También en la Nazionale

Virgilio Fossati tendrá también el honor de jugar con la selección nacional italiana de fútbol. Es el único futbolista del Inter que forma parte del primer partido de la Azzurra, disputado el 15 de mayo de 1910 en Milán contra Francia. Victoria por 6-2, con uno de los tantos obra de Fossati. Pronto pasa a ser el capitán de la selección, con la que llega a disputar 12 partidos.

También el último, una victoria por 3 a 1 contra Suiza el 31 de enero de 1915. Poco después, se tiene que parar la competición ante el crecimiento imparable de lo que será la Primera Guerra Mundial. Un parón que también le obliga, claro, a detenerse con el Inter, después de 90 partidos entre 1909 y 1915.

Porque el 24 de mayo Italia declara la guerra a Austria-Hungría. Después de meses de neutralidad, entra en la Guerra. Y todas las competiciones se detienen. Son centenares los futbolistas que parten al frente. Entre ellos, Virgilio Fossati, que se alista de manera voluntaria. Primero combate en la batalla del Podgora. Es ascendido a capitán. Y, siempre que puede, organiza partidos de fútbol improvisados con sus compañeros para mantener alta la moral.

Pero el 29 de junio de 1916 termina todo. Virgilio Fossati es abatido durante los violentos combates por la conquista de la estratégica zona de Monfalcone. Tenía 25 años. Su cuerpo no será nunca recuperado. Y se llega a dudar incluso de su muerte. Pero Fossati es uno de los más de 30 miembros, entre futbolistas, dirigentes y directivos, del Inter de Milán fallecidos en la Guerra. Es el equipo del fútbol italiano más afectado por el conflicto.

Especialmente dolorosa es la desaparición de Virgilio Fossati. El capitán, el líder, el emblema del Inter. Nace así la leyenda de Fossati. 12 años más tarde, en 1928, el Inter le dedica el estadio de Via Goldoni, sede de sus partidos desde 1913.

También será distinguido con la medalla de plata al valor militar. "Después de realizar un trabajo activo y audaz en todas las fases del combate, se ofreció espontáneamente para encontrar posibles huecos en la retícula enemiga, y en esta búsqueda fue abatido, animando a los soldados a tener fe en el resultado victorioso de la acción". Esta fue la explicación para conceder tan honorífico reconocimiento.

Virgilio Fossati, el primer ídolo del Inter, bandera del equipo, y siempre, hasta su muerte, capitán. Eterno capitán.

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