L D (EFE) El juzgado absuelve a un cuarto acusado que introdujo la muleta en el estadio, aunque no participó en la agresión, e impone además a los tres condenados el pago de 6.000 euros de indemnización al guarda Antonio Orrego por los daños físicos y morales derivados de los 89 días que tardó en curar de sus lesiones, consistentes sobre todo en la fractura de los huesos de la nariz y contusiones en todo el cuerpo.
El juzgado ha aceptado en su integridad la petición de condena que planteó el fiscal en el juicio cuando elevó su anterior petición de un año de cárcel a dos años al considerar que los acusados se confabularon para actuar "de forma conjunta y unitaria" y para utilizar como "instrumento peligroso" la muleta que uno de ellos había introducido en el estadio haciéndose pasar por minusválido.
El autor material de la paliza con la muleta fue enjuiciado en el Juzgado de Menores en el año 2003 y fue condenado a siete meses de reclusión en un centro de reforma de Almería, que ya ha cumplido en su integridad. El juzgado ha impuesto ahora dos años de cárcel a D.R.T., M.A.F.S. y E.J.F. por un delito de lesiones, así como otra condena de 9 meses de multa con cuota diaria de dos euros, lo que equivale a una multa de 540 euros, por un delito de desórdenes públicos.
La sentencia considera que todos ellos son coautores del delito de lesiones y actuaron de manera coordinada, en contra del intento de sus letrados en el juicio de demostrar que las imágenes grabadas por las cámaras de televisión no permitían distinguir, en la confusión de la agresión, quién de los procesados dio al guarda de seguridad los puñetazos que le rompieron la nariz y que constituyeron la principal lesión que sufrió. El juzgado, en cambio, ha absuelto a S.F.O., que introdujo la muleta en el estadio y para quien el fiscal mantuvo la misma petición de pena que para sus amigos por entender que participó en "connivencia" y en el mismo grupo agresor.
El principal acusado, D.R.T., que llegó a cumplir un mes de prisión preventiva por estos hechos, dijo en el juicio que no recordaba lo sucedido porque estaba "empastillado" y el procesado E.J.F. sostuvo que él cogió al guarda por la cabeza, pero no lo hizo para facilitar la agresión de sus amigos, sino para "apaciguar la pelea y que no le pegaran más". El veredicto recoge la interpretación de la acusación de que la actuación de los procesados "en un partido de alto riesgo y en un sitio de especial conflictividad" -las gradas donde se colocan los hinchas más violentos del Sevilla- pudo agravar los hechos "de no huir rápidamente el vigilante".
El guarda Antonio Orrego, personado como acusación particular, solicitó en el juicio una indemnización de 24.000 euros por los días que tardó en curar de la rotura de los huesos de la nariz y por los tres meses en los que estuvo en tratamiento psicológico, aunque la sentencia ha rebajado considerablemente esa cantidad hasta los 6.000 euros.
El juzgado ha aceptado en su integridad la petición de condena que planteó el fiscal en el juicio cuando elevó su anterior petición de un año de cárcel a dos años al considerar que los acusados se confabularon para actuar "de forma conjunta y unitaria" y para utilizar como "instrumento peligroso" la muleta que uno de ellos había introducido en el estadio haciéndose pasar por minusválido.
El autor material de la paliza con la muleta fue enjuiciado en el Juzgado de Menores en el año 2003 y fue condenado a siete meses de reclusión en un centro de reforma de Almería, que ya ha cumplido en su integridad. El juzgado ha impuesto ahora dos años de cárcel a D.R.T., M.A.F.S. y E.J.F. por un delito de lesiones, así como otra condena de 9 meses de multa con cuota diaria de dos euros, lo que equivale a una multa de 540 euros, por un delito de desórdenes públicos.
La sentencia considera que todos ellos son coautores del delito de lesiones y actuaron de manera coordinada, en contra del intento de sus letrados en el juicio de demostrar que las imágenes grabadas por las cámaras de televisión no permitían distinguir, en la confusión de la agresión, quién de los procesados dio al guarda de seguridad los puñetazos que le rompieron la nariz y que constituyeron la principal lesión que sufrió. El juzgado, en cambio, ha absuelto a S.F.O., que introdujo la muleta en el estadio y para quien el fiscal mantuvo la misma petición de pena que para sus amigos por entender que participó en "connivencia" y en el mismo grupo agresor.
El principal acusado, D.R.T., que llegó a cumplir un mes de prisión preventiva por estos hechos, dijo en el juicio que no recordaba lo sucedido porque estaba "empastillado" y el procesado E.J.F. sostuvo que él cogió al guarda por la cabeza, pero no lo hizo para facilitar la agresión de sus amigos, sino para "apaciguar la pelea y que no le pegaran más". El veredicto recoge la interpretación de la acusación de que la actuación de los procesados "en un partido de alto riesgo y en un sitio de especial conflictividad" -las gradas donde se colocan los hinchas más violentos del Sevilla- pudo agravar los hechos "de no huir rápidamente el vigilante".
El guarda Antonio Orrego, personado como acusación particular, solicitó en el juicio una indemnización de 24.000 euros por los días que tardó en curar de la rotura de los huesos de la nariz y por los tres meses en los que estuvo en tratamiento psicológico, aunque la sentencia ha rebajado considerablemente esa cantidad hasta los 6.000 euros.