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El CSKA destrona al Maccabi y se proclama vencedor de la Euroliga (73-69)

El CSKA de Moscú ha logrado su primer título de la Euroliga desde 1971 al derrotar en la final al Maccabi de Tel Aviv (73-69), campeón en las dos anteriores ediciones, pero que en esta ocasión ha sucumbido al poderío de Papaloukas, que anotó 18 puntos y fue nombrado MVP del partido. De nada sirvieron los 20 de Solomon Willie en el equipo griego, que derrotó sin muchos problemas al Tau en la semifinal. El equipo ruso, por su parte, viene de vencer al Barcelona en la ronda previa de la Final Four disputada en Praga.

El CSKA de Moscú ha logrado su primer título de la Euroliga desde 1971 al derrotar en la final al Maccabi de Tel Aviv (73-69), campeón en las dos anteriores ediciones, pero que en esta ocasión ha sucumbido al poderío de Papaloukas, que anotó 18 puntos y fue nombrado MVP del partido. De nada sirvieron los 20 de Solomon Willie en el equipo griego, que derrotó sin muchos problemas al Tau en la semifinal. El equipo ruso, por su parte, viene de vencer al Barcelona en la ronda previa de la Final Four disputada en Praga.
L D (EFE) El italiano Ettore Messina ha tenido que llegar esta temporada a Moscú para que el CSKA, después de tres intentos fallidos, haya conquistado la Euroliga y acabado con la hegemonía impuesta por el Maccabi Tel Aviv los dos últimos años. Messina, secundado en la cancha por el esloveno Matjaz Smodis y el griego Theodoros Papaloukas (Jugador Más Valioso de la final), ha conseguido en una campaña lo que el conjunto ruso no pudo en el anterior trienio.

El CSKA Moscú fue casi siempre el que llevó el mando del partido, aunque el Maccabi salió fuerte en defensa y protagonizó un 0-7 de inicio ante un conjunto que parecía todavía impresionado por lo que vio el viernes con el Maccabi sobre la pista. Ettore Messina tuvo que pedir tiempo muerto y, poco después, Matjaz Smodis inauguraba el marcador ruso con un triple que daba paso a un parcial de 7-0 que equilibraba las cosas (7-7, min.6).

La clave era que Messina había ajustado su defensa, especialmente con la entrada a pista de Theodoros Papaloukas como sucedió en semifinales ante el Winterthur Barcelona, y con el trabajo bajo aros tanto de Aleksey Savrasenko como del jugador con el que se repartía minutos, el belga Thomas van den Spiegel. A los ocho minutos, el CSKA Moscú se ponía por primera vez por delante (12-11) y, aunque al final del primer cuarto se llegó con empate a dieciocho puntos, la superioridad moscovita se hizo patente en el segundo al dar un giro más de tuerca a su labor defensiva.

Prueba de ellos es que Anthony Parker, el Jugador Más Valioso de la Euroliga, tuvo que esperar hasta el minuto doce para anotar sus dos primeros puntos. Ante la desesperación de Pinhas Gershon, la ventaja moscovita fue aumentando hasta situarse en diez puntos (35-25, min.19), aunque el Maccabi Tel Aviv reaccionó con un parcial de 0-5 que le permitió reducir las diferencias al descanso a cinco puntos (35-30). David Vanterpool asumió la responsabilidad ofensiva en la reanudación y llevó a su equipo a superar la barrera de diez puntos a su favor (42-31 y 44-33, min.23).

El Maccabi necesitaba que al CSKA se le abriese alguna vía de agua y la encontró en la tercera falta personal de Matjaz Smodis (m.26). Messina tuvo que sentarle y el beneficio fue para Jamie Arnold y Nikola Vujcic que, mucho más liberados, pusieron a su equipo a sólo dos puntos (48-46). El técnico del CSKA no tuvo más remedio que poner de nuevo a Matjaz Smodis en pista, pero el Maccabi estaba lanzado y, al término del tercer cuarto, se había situado ya a un sólo punto del conjunto ruso (49-48).

El equipo moscovita sabía sin embargo las fórmulas para parar al israelí, que se puso por delante en el minuto 34 (56-58), algo que no sucedía desde el segundo periodo. Se trataba de apretar en defensa, de que Trajan Langdon y Vanterpool afinaran desde el perímetro y, sobre todo, de que Matjaz Smodis se mantuviera en pista. Bajo esas consignas, el CSKA se plantó a 1:39 del final con cinco puntos de ventaja (64-59) y posesión que, sin embargo, perdió en sólo cinco segundos.

Smodis frenó una vez más a Vujcic en el ataque israelí y Pinhas Gershon puso en pista un quinteto bajo para poner la máxima velocidad en el último minuto, al que se llegó con un 66-59 tras unos tiros libres de Papaloukas. Al Maccabi no le quedaba otra más que provocar faltas para parar el crono, pese a que estaba en bonos, y buscar la fortuna desde la línea de tres puntos y a la desesperada. Entre Willie Solomon y Langdon apretaron el marcador a sólo dos puntos (71-69), pero Langdon no perdonó desde la línea de tiros libres y certificó el fin de la hegemonía hebrea en la Euroliga.

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