El seleccionado nacional de fútbol sala de Libia, el gallego Pablo Prieto, y su preparador, el extremeño Luis Castellano, se encuentran en el aeropuerto de Trípoli, la capital de Libia, para coger una avión que les traiga de regreso a España después de varias horas de "intensa incertidumbre".
Así lo ha declarado a Efe la esposa del seleccionador, María Elena García, quien ha manifestado que apenas puede comunicarse con su marido al haber sido cortado la mayor parte de los medios de comunicación. Ha sido la empresa petrolífera Repsol la que ha preparado su regreso junto a la salida de varios de sus trabajadores y algunos empleados de Sacyr Vallehermoso.
"Les rogué, les imploré y lo entendieron perfectamente. Tuvieron un comportamiento extraordinario", precisa la esposa de Prieto en agradecimiento a Repsol por permitir el traslado de los dos técnicos de fútbol sala.
El pasado martes, el mismo Pablo Prieto había dibujado a su mujer una situación dantesca. "Aquí todo lo que se ve son señales de guerra. En el camino nos hemos encontrado más de 20 coches quemados, escasea la gasolina y hay colas de kilómetros ante las estaciones de servicio", comentó a su esposa.
Prieto, junto a Castellano, había aceptado el cargo de seleccionador nacional de Libia a comienzos del año 2010, tras haber recibido una oferta del presidente de la federación, Abdesalam Saadi, sobrino de Muamar el Gadafi.