Menú

El Real Madrid debuta en el top-16 con una sufrida victoria ante el Scavolini (75-71)

Cara y cruz para el Real Madrid y el Barcelona en la primera jornada del top-16 de la Euroliga. El equipo de Bozidar Maljkovic, después de llegar a tener hasta 14 puntos de ventaja, ha terminado sufriendo más de la cuenta para vencer al Scavolini de Pesaro (75-71). El conjunto azulgrana, por su parte, ha encajado una dolorosa derrota ante el CSKA de Moscú (70-91) después de que el partido llegase igualado al descanso.

Cara y cruz para el Real Madrid y el Barcelona en la primera jornada del top-16 de la Euroliga. El equipo de Bozidar Maljkovic, después de llegar a tener hasta 14 puntos de ventaja, ha terminado sufriendo más de la cuenta para vencer al Scavolini de Pesaro (75-71). El conjunto azulgrana, por su parte, ha encajado una dolorosa derrota ante el CSKA de Moscú (70-91) después de que el partido llegase igualado al descanso.

Crónica del Real Madrid 75 - Scavolini de Pesaro 71

Maljkovic puso en pista un quinteto "bajo", con Felipe Reyes y Axel Hervelle en los puestos interiores, donde los italianos alinearon a dos torres de 2,11 metros, el inglés Robert Archibald y el finlandés Hanno Mottola. La diferencia de centímetros con los dos postes del Scavolini y la puntería del estadounidense Charles Smith, que clavó tres triples en dos minutos, pintaron el top-16 de negro para el Madrid. El esfuerzo reboteador de Reyes y Hervelle moría en las manos de sus pares mientras el estadounidense martilleaba el aro. El banco local empezó a funcionar de inmediato para equilibrar la pelea interior, indispensable para descongestionar el perímetro. El primer cuarto, sin embargo, acabó con seis puntos de renta para los hombres de Marco Crespi (14-20). El Madrid parecía bajo los efectos de la Copa del Rey.

Pero la entrada de Mickael Gelabale, una zona mejor armada por dentro y un menor protagonismo de Smith, que en once minutos ya había anotado dieciséis puntos, mejoraron la cara del Madrid. La recomposición de la línea interior -27 rebotes madrileños por 16 italianos al descanso- fue la semilla que hizo crecer al conjunto de Maljkovic. Con el control aéreo apareció la velocidad en las transiciones locales. Gelabale reforzó los aspectos tácticos con la fuerza moral de sus espectaculares intervenciones bajo ambos aros y, un minuto antes del descanso, el galo puso por delante al Madrid por medio de un tiro libre (33-32). Despacio, pero sin pausa, con Antonis Fotsis también involucrado y acertado, el subcampeón de Copa firmó tablas en el ecuador del choque, cerrado tras un nuevo triple de Smith, el de su punto número veintiuno (38-38).

El botín madrileño incluía, además, la tercera personal de los dos pivots titulares, Archibald y Mottola. La reacción limpió las secuelas coperas que los blancos habían insinuado en la salida. El partido cobró intensidad y, por momentos, tensión. Una falta de Mous Sonko sobre Archibald le costó la antideportiva al galo y prendió un conato de gresca que los árbitros cortaron con mucha mano izquierda. La cosa no pasó a mayores, pero constató que nadie iba a hacer la más mínima concesión. A Archibald y a Mottola les cayó la cuarta falta antes de que terminará el tercer período, cuando las dificultades para anotar en una y otra cesta habían ralentizado el movimiento del marcador a ritmo de procesión. De golpe, el Madrid encadenó diez puntos estrenados desde el arco de triples por la muñeca mágica de Alberto Herreros.

En dos minutos de vendaval, el líder de la ACB abrió brecha (62-48 m.30). El Scavolini jugaba sin noticias Smith desde la primera parte. El estadounidense estableció de nuevo contacto en el arranque del último cuarto, sometido a la estrecha vigilancia de Hervelle, desplazado en defensa al exterior para agregar centímetros contra el norteamericano y los demás tiradores del Scavolini. Los italianos terminaron por claudicar víctimas de su bajón realizador. Diecisiete puntos en los quince minutos siguientes al descanso les retrasaron sin remedio (66-55). El Madrid intentó entonces buscar la mayor diferencia con la mente puesta en posibles empates el final de esta segunda ronda europea, pero en esta fase nada es fácil y, después de todo, tuvo que conformarse con poner la victoria a buen recaudo ante un último latigazo italiano.


Crónica del Barcelona 70 - CSKA de Moscú 91

Lance del Barcelona-CSKA de Moscú El Barcelona ha confirmado en su estreno lo que muchos ya sospechaban, que en estos momentos no es rival para un equipo como el CSKA Moscú, el máximo favorito al título europeo. El conjunto moscovita, que ha presumido de la aportación del pívot David Andersen, marcó de inicio las diferencias que se presumían por las trayectorias de ambos equipos en la primera fase de competición y se anotó un parcial inicial de 14-0. El equipo de Dusan Ivkovic combinaba en esos primeros compases una brillante defensa que asfixiaba todas las iniciativas azulgranas con un ataque más que solvente que exprimía sus abundantes recursos, sobre todo la buena mano desde posiciones exteriores de Andersen.

A los siete minutos se llegó a la barrera de los diez puntos de ventaja para el CSKA (6-16), repetida después con un 11-21, aunque Vlado Ilievski reaccionó con sendos triples que dejaron las diferencias en siete puntos al término del primer cuarto (14-21). Los jugadores de Joan Montes, muy cuestionado por su afición, asumieron entonces que sólo desde una máxima entrega en defensa y con la necesaria inspiración en ataque podían plantarle cara al equipo que acogerá la Final Four de este año y que se ha preparado a conciencia para intentar ganarla. Navarro encontró en el segundo período los pasillos que llevaban al aro, Devin Davis se peleó hasta la extenuación con los pívots rivales y el Barcelona, con la ayuda extra de las rotaciones de Ivkovic, restableció el empate (35-35) en el minuto dieciocho, equilibrio que se repitió al descanso (37-37).

El público, consciente de que el crédito de su equipo estaba en juego si el CSKA se paseaba por el Palau Blaugrana, festejó como un triunfo el momento en el que los suyos igualaron los registros del rival, a la espera de que mantuviesen la tensión en la segunda mitad. Dusan Ivkovic, sin embargo, mandó una nueva carga contra el Barcelona en el tercer periodo a imagen y semejanza de la que lanzó en los inicios del encuentro, con David Andersen como artífice de un parcial de 0-9 que volvió a sacar a los azulgrana del partido. A los 26 minutos se volvía a alcanzar la barrera de diez puntos de desventaja (42-52) y Montes quiso erigirse en genio, dando entrada al canterano Remon van de Hare para frenar a Andersen, pese a los silbidos que recibió del público por sentar para ello a Fucka.

A partir de ahí, el CSKA encadenó máxima tras máxima, mientras Dejan Bodiroga anotaba su primer punto en el minuto 29 y acababa desquiciado entre protestas a los árbitros. Las diferencias llegaron a situarse en 25 puntos (56-81, min.35), una humillación para un equipo que hace sólo dos años presumía de campeón de Europa, y acabaron en 21 (70-91) sólo porque Ivkovic aflojó el pistón en forma de acciones espectaculares para sus escasos aficionados en la grada, algo de lo que hasta hace poco disfrutaban los seguidores del Barcelona. Y el próximo jueves, segunda jornada con visita del Real Madrid.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios