L D (EFE) En el decimonoveno aniversario del más importante triunfo del fútbol argentino, que a todas luces es el título de campeón mundial en México'86, Brasil estropeaba la jornada con una goleada en Alemania de su selección sobre los albicelestes (4-1) y la eliminación del River en la Libertadores a manos del Sao Paulo. Apenas cinco minutos pasaron hasta que el Sao Paulo se adueñó del choque, tras controlar los primeros ímpetus de River, para dominar el balón e instalarse en campo adversario, en el que Alex, Junior y Mineiro corroboraban la intención del equipo brasileño de jugar lejos de su área. Marcajes impecables, carácter para recuperar el balón y velocidad para complicar a su rival caracterizaron a estos futbolistas que, en sociedad con Fabao, Souza y Josué, abrieron el camino para que el equipo de Paulo Autuori se pusiera en ventaja.
El mundo se vino abajo y cayó sobre la cabeza del River Plate a los 11 minutos, cuando Danilo abrió el marcador con un primoroso remate de cabeza a la salida de un córner. Esta situación obligaba al equipo local a una hazaña por el 2-0 en contra sufrido en el Mineirao y por el doble valor de los goles fuera de casa que beneficiaba a los paulistas. Por dominio, soltura, claridad y determinación, el Sao Paulo estuvo más cerca del segundo tanto que el River del empate durante varios minutos. Incluso el meta Rogério Ceni cobró un tiro libre que dio en un palo a los 19 minutos. Pero el orgullo catapultó al River Plate, que comenzó a llevarse por delantero a su rival y a los 35 minutos Farías, que libre de marcajes "durmió" el balón en su pecho y remató de derecha, igualó el marcador. A los 39 minutos Gallardo estrelló un balonazo en el larguero paulista y a los 40 obligó a Rogério Ceni a un esfuerzo para desviar un violento remate.
Con desesperación salió a jugar el River la segunda parte, lo cual le impidió esquivar obstáculos tácticos, rivales y situaciones comprometidas. El equipo de Leo Astrada se quiso comer crudo a su rival y en las primeras de cambio pagó cara esa determinación. Un fulminante contraataque de Souza, una milimétrica asistencia a Amoroso y un formidable remate de éste sin jugadores rivales a su alrededor, selló la suerte de la formación argentina a los 59 minutos. A falta de media hora para el final del partido, el River Plate necesitaba anotar cuatro goles para mantener signos vitales en la Libertadores.
El media punta brasileño Danilo falló dos veces en situaciones inmejorables para adornar la clasificación mientras que el River Plate, alentado con estruendo por su afición, se mostraba impotente frente a un rival netamente superior. Sólo algunas jugadas notables de Marcelo Gallardo y la benevolencia del árbitro chileno Ruben Selman para con Javier Mascherano, que mereció varias veces la expulsión, mantuvieron de pie al conjunto local. Una jugada monumental de Souza dejó en los pies de Fabao la liquidación de la eliminatoria a los 80 minutos, que anotó con comodidad y displicencia. A los 83, el chileno Marcelo Salas marcó para el River.
El media punta brasileño Danilo falló dos veces en situaciones inmejorables para adornar la clasificación mientras que el River Plate, alentado con estruendo por su afición, se mostraba impotente frente a un rival netamente superior. Sólo algunas jugadas notables de Marcelo Gallardo y la benevolencia del árbitro chileno Ruben Selman para con Javier Mascherano, que mereció varias veces la expulsión, mantuvieron de pie al conjunto local. Una jugada monumental de Souza dejó en los pies de Fabao la liquidación de la eliminatoria a los 80 minutos, que anotó con comodidad y displicencia. A los 83, el chileno Marcelo Salas marcó para el River.
Ficha técnica del partido
Sao Paulo, 3: Rogério Ceni; Fabao, Lugano, Alex; Souza, Mineiro, Josué, Junior; Danilo; Marcio Amoroso y Luizao (Ale, m.85)
Goles: 0-1, m.11: Danilo; 1-1, m.35: Farías; 1-2, m.59: Amoroso; 1-3, m.80: Fabao; 2-3, m.83: Salas
Árbitro: Rubén Selan (Chile). Amonestó a Mascherano, Luis González, Fabao, Luizao, Junior, Rogério Ceni, Lugano y Diogo
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa Libertadores disputado en el estadio Monumental de Buenos Aires ante unos 60.000 espectadores. Los hinchas del Sao Paulo tuvieron que abandonar la grada antes de la finalización del encuentro tras ser agredidos por la afición local