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El Tau da otro golpe de autoridad al vencer al Unicaja en un gran partido (100-90)

Un Rakocevic inmenso con 37 puntos ha puesto nombre propio al ataque del Tau Cerámica, que ha superado, en un brillante e igualado partido, al Unicaja Málaga. Los andaluces llegaron al último cuarto con la espada en alto gracias a los triples, pero sucumbieron en el último suspiro al fallar desde fuera.

Un Rakocevic inmenso con 37 puntos ha puesto nombre propio al ataque del Tau Cerámica, que ha superado, en un brillante e igualado partido, al Unicaja Málaga. Los andaluces llegaron al último cuarto con la espada en alto gracias a los triples, pero sucumbieron en el último suspiro al fallar desde fuera.

L D (EFE) Por fortuna para el espectáculo, el partido transcurrió más igualado que su inicio: siete-cero para los locales. En los dos primeros ataques de los malagueños, Haislip se llevó dos tapones, mientras en la otra canasta, Rakocevic se inflaba. Aprendida la dura lección en la pintura, Haislip se fue a jugar por fuera, y así consiguió dos triples que junto a otro de Welsch inauguraron el marcador de los malagueños.

A un gran ritmo -la primera falta tardó cinco minutos en ser pitada- los dos anotaban rápido, con facilidad. El primer cuarto acabó con un alto 27-24 tras un festival ofensivo, más equilibrado dentro-fuera en el Tau, con más de un 70 por ciento de acierto en los tiros de dos, y más exterior en los malagueños, con cuatro triples de ocho. El segundo cuarto fue más espeso: entre la entrada de los suplentes en los locales y el mejor banquillo y la mayor presión de la defensa visitante, el partido bajó la fluidez. Poco a poco, el Unicaja empató, a 33. Aíto ordenó una zona, y su equipo se puso por primera vez por delante con un 36-37, pero sólo un momento. El partido tenía más intensidad, más trabajo, aunque se seguía anotando. La igualdad en el marcador se mantuvo hasta el descanso, al que se llegó con empate a cincuenta. Los mejores, Rakocevic -14 puntos- y Ndong.

La vuelta de los vestuarios empezó con color local, hasta que un triple de Berni abrió la defensa. Los empates se sucedían, con un juego más lento. El Unicaja volvió a fiar todo a los triples -seis en los primeros seis minutos- y, poco a poco, su martillo exterior le dio una pequeña ventaja, llegando a cinco arriba. El Tau aguantaba el chaparrón, con combinaciones entre Rakocevic y Splitter, y volvió a equilibrar el partido: 73-72 al acabar el tercer cuarto.

Se llegaba así al decisivo último cuarto con las espaldas en alto. El partido se apretaba, con más fallos y más nervios, pero un vibrante Rakocevic y la buena defensa de los locales pusieron al Tau arriba. Era el instante de la verdad, y fue el momento del Tau, mucho más consistente. Al Unicaja ya no le entraban los triples con la facilidad de antes. Una técnica a Berni por protestar una falta a Splitter casi sentenció el partido, porque el Tau entró en los últimos tres minutos con diez puntos de ventaja. El Unicaja tenía que ir ya a la desesperada, y cambió el ritmo tirando rápido, con posesiones muy cortas para intentar remontar, pero sólo consiguió un intercambio de puntos que llevó a los vascos a los cien, que se dice pronto, contra los malagueños.

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