L D (Europa Press) Pese a que sacrificó dos años en pleno apogeo de su carrera al ser reclutado por el ejército, Arizin redondeó una sensacional carrera gracias a sus tiros a la canasta, como precursor del estilo de tomar impulso con un brinco.
A lo largo de diez años, Arizin promedió 22,8 puntos por partido y en 1978 fue catapultado al Salón de la Fama del baloncesto. A su retorno de la Guerra de Corea, Arizin condujo a los Warriors al título en 1956, anotando casi 29 puntos por partido en los 'play-offs'. Se retiró en 1962, a los 34 años y después de que los Warriors se mudaran a San Francisco.