Duras críticas a Lewis Hamilton por rociar con champán a una azafata el pasado domingo en el podio circuito de Shanghai tras su victoria en el Gran Premio de China, tercera carrera del Mundial de Fórmula 1.
Roz Hardie, directora de Object -una asociación de lucha contra el sexismo-, ha pedido a Hamilton que se disculpe públicamente con esta chica. "Es evidente que la chica no lo está pasando bien al ser rociada con champán. Está en una situación difícil, es azafata y seguro que no ha tenido otra opción que quedarse allí y aguantar. Hamilton ha abusado de su posición, es una pena que una gran victoria se vea empañada por un comportamiento tan egoísta y desconsiderado", dice Hardie.
También especialmente duro ha sido The Times, que acusa al piloto de Mercedes de comportarse "como un hooligan". "Hamilton es un gran piloto, pero nada le da derecho a comportarse como un hooligan. Ni siquiera cuando gana", dice el prestigioso diario británico en un editorial.
Bajo el título 'Gran Premio', el periódico arremete duramente contra el bicampeón mundial y da tres posibles explicaciones sobre su actitud en el podio de Shanghai.
"La primera", dice The Times, "es que él asumió que a esta mujer, que está acostumbrada a estar en podios deportivos de hombres, no le importaría cambiarse de ropa inmedatamente y ducharse. Si es así, fue una asunción extraña".
"La segunda", continúa el diario, "es que a Hamilton no le importaba si a ella le gustaba o no. Si es así, debería haberle importado".
"Y la tercera", afirma, "es que todos los que han visto estas fotos y se han avergonzado o indignado con ellas, lo han entendido mal porque, contrariamente a las apariencias, ella realmente estaba disfrutando. Sin embargo, incluso en este escenario poco probable, hay algo completamente mal educado en la actuación de Hamilton".
"No sólo ha invadido el espacio personal de un extraño inocente. Ha protagonizado una escena de despedida de soltero casposa. Él está sonriendo en todo momento como un adolescente. Ella no está sonriendo. Está feo", asegura The Times en su duro editorial.