Acaba de arrancar la temporada en la Fórmula 1, pero para la mayoría de las escuderías los ojos ya se posan en 2021. ¿Por qué? Se trata del año del cambio, en el que volveremos a vibrar con este deporte, en el que todo se simplifica y en el que se acabará el dominio –o eso se espera– que estamos viviendo actualmente del duopolio Mercedes-Ferrari, donde, siempre pidiendo permiso, entra de vez en cuando Red Bull.
Sobre este cambio de normativa ha hablado en The Guardian el CEO de McLaren Racing, Zak Brown. El máximo mandatario de una de las escuderías históricas por antonomasia de la competición ha insinuado y amenazado con una posible salida de su equipo si el cambio que quiere llevar a cabo la FIA (Federación Internacional del Automóvil) incumple dos premisas: la primera, "ser viable económicamente", y la segunda, "poder pelear de forma justa y competitiva". Lo que busca Brown no es otra cosa que romper la hegemonía de las grandes escuderías y potenciar un equilibrio económico para favorecer la competición en la Fórmula 1.
Liberty Media, actual dueño de la Fórmula 1, propuso cambiar el techo presupuestario y fabricar motores con piezas comunes para que no haya diferencia alguna. No obstante, las grandes escuderías –Mercedes y Ferrari– se niegan a aceptar una medida que iría en contra de sus intereses.
Brown sigue diciendo que "todos coincidimos en que Ferrari es el nombre más grande y que debería ser remunerado como tal, pero no al nivel actual". El directivo estadounidense termina exponiendo que, una vez esté equilibrado, se "acelerará la competitividad de todo el mundo".