"Nadie debería morir solo. Mi padre empezó a trabajar con 14 años hasta los 65. Nunca pidió nada. El miércoles le hacía falta un respirador para no morir y "se lo denegaron". Su médico (tremenda persona y profesional) me llamó con lágrimas para pedirme permiso para dejarle morir. Esta es la España que tenemos".
El párrafo anterior es solo un pequeño extracto del vídeo que el director deportivo de LCR Honda de Moto GP, Óscar Haro, ha subido a su cuenta personal de Youtube tras el fallecimiento de su padre por el coronavirus.
"Los estamos dejando morir. Mi madre sigue encerrada en casa, sin poder abrazarla, besarla, consolarla, dio positivo y no quiere volver al hospital porque teme que también la dejen morir", continúa el desgarrador relato de Haro.