Histórico Carlos Sainz en Silverstone. El madrileño se convierte en el segundo piloto español en ganar una carrera de Fórmula 1, en un Gran Premio loco y lleno de emociones. Diez años después, el himno español vuelve a sonar en un podio de Fórmula 1.
Fantástica actuación del piloto de Ferrari, que supo aprovechar la salida del Safety Car a falta de 15 vueltas del final para cambiar de ruedas y poder adelantar a su compañero de equipo, Charles Leclerc, que no se lo puso fácil en ningún momento a pesar de la ventaja táctica del madrileño.
Accidentado inicio
La carrera comenzó con un fortísimo accidente en la salida. Un choque entre Russell y Zhou, provocado por Pierre Gasly, terminó con el coche del piloto chino boca abajo y estrellándose contra las barreras. Menos mal que hay halo en los monoplazas de Fórmula 1. El incidente, que implicó a varios pilotos, forzó la bandera roja. En la salida, Verstappen, que salía con neumáticos blandos, había superado a Sainz, pero al no haber completado ningún sector, los comisarios decidieron que la resalida se tomara con las posiciones iniciales. Algo que benefició a Sainz y que perjudicó a Fernando Alonso, que había ganado dos posiciones y tuvo que volver a salir desde la séptima posición.
Presión de Verstappen y pinchazo
La resalida fue mejor para el español. Sainz defendió con uñas y dientes la posición y Verstappen no pudo rebasarlo. Pasaron las vueltas y la presión del neerlandés sobre Sainz provocó un grave error del piloto madrileño, que salió por la escapatoria y perdió el liderato de la carrera. Poco le duró la alegría a Verstappen, que sufrió un pinchazo y tuvo que parar en boxes. Además, el coche tenía problemas de fiabilidad, que no le permitían ir lo suficientemente rápido. La situación era ideal para los Ferrari, que tenían un 1-2 con Sainz y Leclerc, pero los problemas llegaron por detrás: Lewis Hamilton. El británico tenía un ritmo endiablado y le metía presión a Leclerc. El monegasco se quejó por radio del ritmo de Carlos y en Ferrari decidieron intercambiar posiciones para protegerse del piloto de Mercedes.
Hamilton no tuvo una buena parada en boxes, y a pesar de su gran ritmo no pudo adelantar a los Ferrari. Leclerc se escapaba y Sainz sufría por delante y por detrás: era más lento que sus rivales pero la suerte se alió por fin con él: un safety car en el momento oportuno.
Safety Car y cambio de neumáticos
Esteban Ocon tuvo problemas en su Alpine y tuvo que parar su coche en medio de la pista: safety car y situación ideal para Sainz y Hamilton. Ambos pararon y pusieron neumáticos blandos nuevos, mientras Leclerc se quedó en pista con unos duros de 14 vueltas. También le sonrió por fin la suerte a Fernando Alonso, que supo aprovechar la parada para ganar una posición y colocarse quinto, su posición final y la mejor del año.
Quedaban nueve vueltas para el final y la situación de carrera era la siguiente: Leclerc, Sainz, Hamilton, Pérez y Alonso. Todos con neumáticos blandos nuevos menos Leclerc. Sainz pidió por radio que el equipo fuera inteligente y que Leclerc le dejara pasar. Hicieron caso omiso y el madrileño tuvo que ganar la posición en pista en una pelea en la que el monegasco tenía todas las de perder. En la resalida, Hamilton, que tenía el mejor ritmo hasta el coche de seguridad, perdió una posición con Pérez, y los tres, junto a Leclerc, se las tuvieron durante cinco vueltas de las que hacen afición: adelantamientos, salidas de pistas, defensas férreas. Algo que le vino genial a Sainz para escaparse por delante y conquistar la 33ª victoria española en Fórmula 1. Las 32 anteriores fueron de un mismo piloto, Fernando Alonso, pero el automovilismo español puede decir que ya tiene a dos pilotos que han conquistado la gloria en el Gran Circo.
Nueve años de espera
12 de mayo de 2013. Esa es la fecha de la última victoria española en Fórmula 1. Casi una década sin oír el himno español en un podio. La espera ha sido larga pero ha merecido la pena. Carlos Sainz conquistó su primera victoria en la categoría en su Gran Premio número 150. Al de Ferrari se le había resistido y la suerte no le había sonreído, pero hoy, por fin, lo consiguió y nos emocionó a todos.