La ambición de Aston Martin va más allá de obtener podios como el de Fernando Alonso en la primera carrera del año en Bahréin. A diferencia de Alpine y sus falsas promesas, el equipo de Lawrence Stroll ha llegado a la Fórmula 1 para ganar: "El objetivo que tenemos es el de ganar en cinco años", decía el canadiense en 2021. Estamos a mitad de camino y parece que los plazos se han acortado. Los ingenieros han dado con la tecla, y el AMR23 tiene el potencial de acercarse al ogro Red Bull.
La principal ventaja con la que cuenta el equipo verde son las 400 horas de túnel de viento que tiene hasta el mes de junio. Aston Martin quedó séptimo en el Mundial de Constructores del año pasado y cuenta con un 25 % más de horas que Mercedes, un 33 % más que Ferrari y un 58 % más que Red Bull. El campeón del mundo fue sancionado con menos horas de las que le corresponden por haberse excedido en el gasto presupuestario del año 2021. Además, al haber quedado primero, ya dispone de menos horas que los demás y sólo podrá gozar de 252 horas en el túnel de viento. Casi 150 horas menos que el que parece será su principal rival, Aston Martin.
En Silverstone no se andan con medias tintas y, desde la llegada de Dan Fallows como director técnico y Eric Blandin de adjunto, el equipo ha dado un salto de calidad pocas veces antes visto en la Fórmula 1. Cuando fichó Alonso en agosto de 2022, el equipo era noveno, es decir, penúltimo de la parrilla. Una situación que el equipo nuevo de ingenieros que se incorporó esa primavera supo aprovechar: fueron el segundo equipo con más horas en el túnel de viento hasta noviembre y el resultado ha sido impresionante.
El paquete de mejoras de Imola
El límite presupuestario obliga a todos los equipos a traer mejoras a cuentagotas. Las escuderías no pueden incorporar nuevos elementos sin estar seguros de que pueden funcionar, ya que el gasto es muy limitado. Aston Martin tiene previsto el primer gran paquete de mejoras para el Gran Premio de Imola en Italia, el quinto de la temporada. Eso sí, hasta esa cita se realizarán pequeñas implementaciones, empezando por Arabia Saudí y siguiendo en Australia y Bakú.
Se espera que Mercedes incorpore su primer paquete importante en Australia y en Red Bull y Ferrari esperen a después del parón de abril, en Bakú. La realidad es que la explosión de Aston Martin ha provocado un terremoto en la parrilla, especialmente en el equipo italiano y en el alemán. En Ferrari ha dimitido el jefe de aerodinámica, y en Mercedes ya hablan de tirar a la basura el concepto "sin pontones" de este año.
El futuro de Aston Martin de cara a 2026
Otro de los asuntos de los que se empieza a hablar en el paddock es el de los motores de cara a 2026. Todo hace indicar que Aston Martin no seguirá siendo cliente de Mercedes, teniendo en cuenta que para ese año la nueva fábrica y el nuevo túnel de viento estarán plenamente en funcionamiento. Hasta ahora, el equipo de Stroll ha tenido que trabajar en una fábrica anticuada de los tiempos de Jordan y ha tomado prestado el túnel de viento de Mercedes. Si Aston Martin quiere ser un equipo ganador, tiene que alejarse de la sombra de las flechas plateadas.
Para muchos, Aston Martin es el equipo ideal para una colaboración con Honda en 2026. Los japoneses se han quedado sin Red Bull, que ya ha firmado con Ford, y no tienen todavía equipo para la nueva era de motores. Eso sí, la FIA ha confirmado que los nipones están inscritos junto a Ford, Mercedes, Ferrari, Audi y Renault. Una alianza con Honda significaría que Aston Martin dejaría de ser equipo cliente y pasaría a ser un equipo de fábrica disfrazado, puesto que Honda no tiene pensado suministrar motores a otros equipos. Lejos han quedado los años de McLaren-Honda que tan malos recuerdos traen a la afición española. Los japoneses llevan dos años seguidos repletos de éxito con Red Bull, tras haber conseguido entender la filosofía de los motores de la era híbrida.