Año 2005. Lio Messi, que acababa de debutar con el primer equipo, recibe una oferta de renovación del Barcelona. El argentino aceptas las nuevas condiciones, y firma su contrato. Un contrato en el que, sin darse cuenta, el cluz azulgrana había cometido un gran error legal, al no incluir la firma del padre y representante legal de un Messi entonces menor de edad.
De esta forma, pues, se incumplía la normativa de la LFP, y el contrato perdía su validez. Messi, entonces, quedaba libre. Y según afirma el periodista Alfredo Duro, el entorno del argentino, molesto por la situación, ofreció el futbolista al Real Madrid.
En esos momentos, Florentino Pérez se encontró entre la espada y la pared. Por un lado, sabía que podía hacerse con los servicios de uno de los futbolistas más prometedores del planeta, y sin gastar un duro; por el otro, era consciente de que ese movimiento podía provocar un gran conflicto con el Barcelona.
Y mientras el presidente se lo pensaba, el club azulgrana fue capaz de arreglar la situación, ofrecer un contrato válido a Messi, y renovar al argentino. El resto, ya lo saben...