Fútbol y política vuelven a verse las caras en Barcelona. El partido que enfrenta a la selección catalana con Nigeria se ha transformado en un auténtico espectáculo separatista. Los aficionados que han acudido al estadio Cornellá - Prat, el campo del Espanyol, han desplegado miles de banderas independentistas. Asimismo, se han escuchado constantes gritos contra España.
No se han oído consignas deportivas, sino políticas. Una pancarta de más de 150 metros viste el estadio con los colores independentistas, pero además, una estelada da la vuelta al Cornellá - Prat. Además, se ha podido leer en un gran cartel "nuevo Estado de Europa de la nación catalana". Los más de 28.000 aficionados han reivindicado durante todo el partido la independencia de Cataluña con cánticos.
Los jugadores han lucido una nueva camiseta, diseñada por Custo Dalmau, cuenta con unos motivos amarillos y anaranjados inspirados en la llama del Dragón de Sant Jordi, que aparece en el pecho y en la espalda de cada pieza. También incorpora la señera catalana.
Este amistoso será el último que dirija Johan Cruyff como seleccionar catalán. El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha agradecido la labor del técnico al frente del equipo y ha recordado que al holandés, que siempre habla en castellano, "el idioma le cuesta".
Este amistoso se ha saldado con un empate (1-1), en un discreto partido que el combinado catalán dominó con claridad pero que no ganó por su falta de acierto de cara a puerta.