Gonzalo Higuaín y Luka Modric son sin duda dos de los futbolistas más criticados del Real Madrid en lo que llevamos de temporada. Uno, el argentino, por su bajo rendimiento, causado sin duda por su mal estado de forma física; el otro, por su falta de acoplamiento al equipo después de haber costado 40 millones. Pero todo esto ha cambiado.
Luka Modric fue clave en Old Trafford. Eso es obvio. Su entrada revolucionó al equipo, y más allá del gol del empate, vital para le remontada, fue la luz que le hacía falta al ataque blanco, atascado ante la sólida defensa del United.
El sábado, ante el Mallorca, volvió a ser decisivo. En una primera parte muy discreta del Real Madrid, el croata fue el único que anduvo acertado, y de hecho el único gol surgió tras un magnífico pase marca de la casa para Pepe, que terminó en las botas de Higuaín para que éste la empujara a puerta vacía.
En la segunda parte, Modric se desató junto al resto del equipo, logrando además un preciso tanto, con otro magnífico disparo desde fuera del área que se coló por la escuadra, que además suponía el 3-2 momentáneo.
El cuarto tanto, el que confirmaba la remontada, también fue obra de Higuaín. No por eso el Pipita ha demostrado estar de vuelta. Que también, porque marcar siempre es importante para la moral de un delantero. Pero lo cierto es que el argentino ya fue pieza importante ante el United por su capacidad de sacrificio y por su inteligencia en los movimientos, dejándose caer a las bandas para tratar de abrir la defensa inglesa.
Ante el Mallorca, Higuaín recuperó su mejor nivel. Logró dos tantos, regaló otro a su compañero Karim Benzema, generó una importante cantidad de espacios, y trabajó como siempre.
Una gran alegría para Jose Mourinho, que en estos últimos 15 días ha visto cómo ha pasado a contar con dos futbolistas con los que hace poco apenas podía confiar. Y es que Higuaín y Modric le han dejado claro al portugués que, si quiere, están más que capacitados para ayudar al Real Madrid a conseguir los objetivos. Justo ahora que entramos en la fase decisiva de la temporada.