Últimamente, todo lo que rodea a Carles Puyol está rodeado de un halo de incertidumbre y enigma impropio de un futbolista que siempre ha ido de cara, literal y metafóricamente.
Primero, se dijo que su suplencia ante el Milan se debía a unas molestias físicas, aunque terminó entrando en el tramo final del encuentro, y posteriormente se afirmó que el futbolista estaba muy molesto por no entrar en el once titular.
Tres días después se conocía su operación de la rodilla, algo que, según se ha indicado, fue una decisión repentina e inesperada, desconocida por la mayoría del club hasta el momento en que se produjo.
Desde la prensa, sobre todo la catalana, se ha asegurado que esa operación fue como respuesta a su suplencia ante el Milan, y que desde luego este no era el mejor momento para hacerlo, con el Barcelona afrontando el tramo final de la temporada. Pero mientras tanto, futbolista y cuerpo técnico callan. Hasta esta tarde.
En una serie de mensajes a través de Twitter, Puyol ha afirmado, primero, que quería "agredecer los mensajes de ánimo" tras la artroscopia. En el segundo, anunciaba que esperaba "estar disponible lo antes posible", y a continuación se mostraba enigmático al escribir "Ver, oír y callar... El tiempo pone todo en su sitio".
Un mensaje del que se desconoce el sentido, pero que muy probablemente vaya referido a todo lo que se ha hablado sobre él, su lesión, su suplencia, su operación... en las últimas fechas.