Sandaza es un delantero español del Glasgow Rangers. Al menos, hasta hace dos días. Porque ese es el tiempo que lleva apartado del club escocés, que no termina de decidirse sobre qué hacer con él. Y todo por culpa de una llamada telefónica que resultó ser una broma. De muy mal gusto.
El futbolista recibió una llamada de un taxista del Celtic de Glasgow, que se hizo pasar por un agente de futbolistas. Durante la conversación, Sandaza le terminó revelando detalles de su contrato, y le declaró que estaría dispuesto a salir del Rangers, actualmente en la cuarta división escocesa, para recalar en un equipo de categorías superiores.
Durante la conversación, el taxista le ofrecía la posibilidad de fichar por un conjunto de la Major League Soccer, a lo que el delantero español respondió: "El club es increíble. Es un gran club, muy grande y los seguidores son fenomenales, pero obviamente si puedo marchar a otra liga mejor y ganar más dinero me iría".
"He estado jugando toda mi vida para tener un buen contrato para mí y mi familia, por eso firmé aquí. Quiero un contrato que resuelva mi vida", continuaba, para acto seguido afirmar que "no firmé para esta categoría. Firmé por el dinero, y porque es un buen club". Hay que recordar que el Glasgow Rangers fue descendido hasta la cuarta división escocesa debido a sus enormes problemas económicos.
La respuesta del club una vez conocida la conversación ha sido la de apartar al futbolista. "Francisco Sandaza ha sido suspendido del club durante la investigación por los comentarios hechos por el jugador en una conversación telefónica grabada", comunicó oficialmente el Rangers.
De momento, el futbolista no se ha entrenado, y "no volverá al equipo hasta que acabe la investigación", que puede durar una semana, añade el club.