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El eurodiputado austriaco Hans-Peter Martin denuncia que fue maltratado en el Camp Nou

"Me destrozaron la noche. Fue un comportamiento brutal. Todavía estoy asustado".

Hans-Peter Martin, experiodista de la revista alemana Der Spiegel y actualmente miembro del Parlamento Europeo por una lista independiente de Austria que él mismo lidera desde 1999, ha denunciado que fue presuntamente maltratado en el Camp Nou el pasado 1 de mayo por celebrar los goles del Bayern (0-3).

Según cuenta él mismo en una carta remitida a AS, fue empujado y expulsado del estadio azulgrana por la Policía y la seguridad privada del club por el simple hecho de levantarse y celebrar los goles de su equipo, que esa noche se clasificó para la final europea.

Hans-Peter Martin también es doctor en Derecho, miembro del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo y Delegado de las Relaciones Internacionales con la República de China.

Esta es la carta íntegra que escribió a As tras los incidentes:

"Sobre el comportamiento brutal y arbitrario de la Policía durante Barcelona-Bayern

Estimado Director,

Hasta anoche era aficionado de Barcelona, pero siempre he sido, por encima de todo, aficionado de Bayern Múnich.

Compré una entrada en un sitio ideal del Camp Nou (sector 33, puerta 64) para el partido FC Barcelona-Bayern de Munich.

Como aficionado del fútbol, viajo por el mundo para ver partidos importantes y a veces me dedico a escribir crónicas. Antes de esta noche, nunca tuve ningún problema con las fuerzas de seguridad o la Policía.

Anoche fue muy diferente. Después de que marcara el primer gol el Bayern, levanté mi bufanda roja y dorada. Lo repetí cuando marcó el segundo tanto. Alguna gente sentada cerca de mí se quejó y me dijo que me sentara. Lo hice. Pero un agente de seguridad desinformado llegó y me dijo que tenía que marcharme de inmediato. Me quedé completamente atónito. Alguien me gritó "fuera". En este momento, marcó el Bayern el tercer gol. Me quedé en mi asiento y sólo levanté mi bufanda. Pero de repente, varias personas me tiraron la bufanda y me empujaron fuera del sector 33. Me tumbaron abajo de las escaleras, en un pasillo. Mientras me bajaban, perdí mi móvil.

Saqué mi pasaporte diplomático y mi carné de prensa e intenté aclarar la situación con un agente. Pero dos policías, que llevaban uniforme negro, entraron en el pasillo a la entrada de sector 33 y me agarraron. Me comunicaron de que tenía que salir del estadio de repente. No entendí por qué y me quedé muy asustado. Un policía tomó mi pasaporte diplomático, que dice claramente que soy miembro del Parlamento Europeo, y mi carné de prensa.

Pero no me soltaron y no me respetaron cuando los vieron, me empujaron hacia arriba a las escaleras y hacia la salida. Cuando me caí, me agarraron aún con más fuerza y mi espalda todavía me duele por eso. Un policía me amenazó cuando intenté sacar mi cámara profesional para intentar tomar una foto de la situación; me hicieron caer al suelo como si fuera un delincuente violento y peligroso y rompieron mi traje.

Cuando nos acercamos a la salida, los dos policías me soltaron sin salir del entorno del estadio. Cuando les pedí sus números de indentificación y sus nombres, anduvieron en otra dirección sin ninguna respuesta.

En mi vida me había pasado nada igual, ni durante los 15 años de mi etapa como corresponsal de la revista alemana Der Spiegel, cuando a menudo viajaba a países gobernados por dictaduras, ni en mis 15 años como miembro del Parlamento Europeo. En mi vida personal, nunca he tenido ningún problema con la Policía.

Como consecuencia, anduve hacía un lugar donde había más policías y pedí hablar con un responsable para denunciar lo que había pasado. El jefe se me acercó. Al principio me hablaba en inglés, pero cuando le pregunté su nombre y su número de identificación, de repente pretendió hacerme ver que no me entendía. Al revés, me envió hacia un grupo de personas con vestimenta oficial, probablemente empleados del FC Barcelona. Uno de estos pidió disculpas por lo que había pasado, pero se encogió de hombros y me dijo: "La Policía de aquí es así". ¿Puede ser esto verdad?

Continué pidiendo hablar con un responsable de la Policía y pregunté dónde estaba la comisaría más cercana para hacer una denuncia. La única respuesta que recibí era que debía ir al consulado de mí país.

Detrás de esto suceso tan inaceptable, me surgen unas preguntas:

1) ¿Cuándo y cómo las autoridades proceden a una investigación sobre este asunto?

2) Cuando un periodista con acreditación internacional y con carné de prensa intenta hacer una foto de un policía, ¿le está permitido a éste intentar detenerle por la fuerza?

3) ¿Están los policías en España/Cataluña obligados a identificarse cuando se les pide número y nombre como sucede en la mayoría de países democráticos y desarrollados?

4) ¿Cuál es la responsabilidad para estos policías y su jefe?

5) ¿Dónde puedo denunciar el robo de mi bufanda y mi móvil y cómo me recompensarán?

Me destrozaron la noche, no pude ver 15 minutos del partido y todavía estoy asustado. Lo que me pasó me recordó a lo que ocurrió durante los años de dictadura en este país. Eso debería haberse terminado para siempre.

Hans-Peter Martin".

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