El Arsenal tiene la opción de ampliar este domingo su ventaja al frente de la Premier League hasta los siente puntos gracias a la derrota del Chelsea ante el Stoke (3-2) y el empate del Manchester City en su visita al Southampton (1-1).
De los perseguidores de los gunners, sólo el Liverpool salió bien parado de la decimoquinta jornada de la Premier, al firmar una goleada ante el West Ham (4-1) a la que el uruguayo Luis Suárez contribuyó con un tanto.
La jornada fue especialmente aciaga para el Manchester United de David Moyes, que perdió ante el Newcastle (0-1) y encadenó así su segunda derrota consecutiva en Old Trafford, algo que no ocurría desde hace más de una década. Los diablos rojos quedan hundidos en la novena posición y podrían quedar a quince del Arsenal si los londinenses ganan su compromiso.
Antes de los encuentros del domingo, el Liverpool se coloca segundo en la tabla, a cuatro puntos de los de Arsène Wenger, mientras que el Chelsea pierde una posición y es tercero, con los mismos puntos pero peor diferencia de goles, y el Manchester City es cuarto, con un punto menos.
En Old Trafford, el United dominó el partido durante el primer tiempo, pero no encontró ideas para derrotar a un Newcastle que aprovechó un error en defensa al inicio de la segunda mitad para sellar su victoria con un remate del francés Yohan Cabaye.
Los blues, por su parte, vieron cómo un gol en el minuto 90 del marroquí Oussama Assaidi les sentenciaba en su visita al Stoke. El partido comenzó de cara para los de Mourinho. Ramires estuvo a punto de marcar en los primeros compases y el alemán André Schürrle firmó una estética jugada personal antes del minuto diez que acabó con el balón en la red.
Los visitantes ejercieron un control absoluto del partido durante todo el primer tiempo, pero poco antes del descanso vieron cómo el balón entraba en su portería en una jugada desafortunada. A la salida de un córner, el delantero Peter Crouch aprovechó unos segundos de confusión y controló el balón en una zona deshabitada del área blue para pasarlo por debajo de las piernas de Petr Cech, que salió en falso para tratar de arrebatarle el cuero al inglés.
Los locales vieron la oportunidad de adelantarse a los cinco minutos del segundo tiempo, cuando Walters se hizo con un balón en el medio campo y, viendo a la defensa blue descolocada, avanzó por la derecha para trazar un pase hacia Stephen Ireland, que metió un disparo entre los tres palos de Cech. La reacción de los de Mourinho fue instantánea y el Chelsea equilibró el duelo de nuevo gracias a Schürrle, pero dejó escapar definitivamente los tres puntos en el minuto noventa, con el gol de Assaidi.
También empezó ganando el Manchester City de Manuel Pellegrini, con un temprano gol del Kun Agüero en el minuto diez, pero el Southampton devolvió la igualdad al marcador poco antes del descanso gracias a Pablo Daniel Osvaldo.
En Anfield se vivió un partido en el que hubo más goles en propia puerta (tres) que en la portería correcta (dos). El marfileño Guy Demel y el irlandés Joey O'Brien batieron a su propio portero y dieron dos así dos goles al Liverpool, que completó el marcador por medio del francés Mamadou Sakho y de Luis Suárez. El eslovaco Martin Skrtel, por su parte, envió un balón a la red de Mignolet que significó el gol del honor para su rival.
Otro tanto en propia meta, del irlandés John O'Shea, condenó al Sunderland a la derrota ante el Tottenham del portugués André Villas-Boas (1-2), que estuvo cerca de ceder dos puntos fuera de casa. El Sunderland se adelantó en el minuto 37 por medio de Adam Johnson, mientras que los Spurs empataron al filo del descanso con un gol del brasileño Paulinho y vieron a los cinco minutos del segundo tiempo cómo O'Shea sentenciaba a su propio equipo.