Un zapatazo de Mario Balotelli a cinco minutos del final dio la victoria al Milan ante el Bolonia (1-0) y alimentó su autoestima antes de recibir al Atlético de Madrid en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Previamente, el conjunto de Clarence Seedorf destapó la incertidumbre sobre el estado de Kaká, que se retiró lesionado del terreno de juego del Giuseppe Meazza. Balotelli, lo más talentoso junto a Riccardo Montolivo del conjunto lombardo, sacó del apuro al Milan, que afrontó la visita del Bolonia tras dos tropiezos seguidos. Un empate ante la Sampdoria y la reciente derrota contra el Nápoles.
Sin embargo, el equipo rossonero no dio síntomas de recuperación ante un rival que lucha cada jornada por lograr la permanencia. Riccardo Montolivo fue la principal amenaza milanista en la primera parte. Un disparo lejano y una volea al primer toque, desbaratadas por Gianluca Curci, fueron los únicos méritos locales.
Un remate de cabeza de Rene Krhin y un disparo del griego Lazaros Christodoulopoulos pudieron poner por delante al Bolonia, centrado en amarrar al menos un punto para acumular méritos y salir de la parte baja.
No fue hasta el tramo final, con un disparo lejano de Balotelli, sencillamente espectacular, cuando el partido se rompió y el Milan encontró una solución para afrontar con sosiego el compromiso europeo del miércoles en San Siro.