Menú

El estadio Papa Francisco o la historia de la cancha que fue expropiada

El organizador del fideicomiso para recomprar los terrenos arrebatados cuenta a LD la noble historia emprendida por los aficionados.

El organizador del fideicomiso para recomprar los terrenos arrebatados cuenta a LD la noble historia emprendida por los aficionados.
Proyecto del próximo estadio del San Lorenzo situado en Avenida La Plata. | San Lorenzo.

"San Lorenzo hará de local en el Papa Francisco. En Boedo, Argentina". Con estas palabras publicadas en la cuenta oficial de twitter, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro (CASLA) daba a conocer la decisión de bautizar el futuro estadio bajo el nombre Papa Francisco. No es baladí. El club bonaerense es uno de los cinco grandes de Argentina, que recientemente se ha alzado con la Copa Libertadores.

"La propuesta fue planteada a la directiva por nuestros vocales de la Subcomisión del Hincha", explica a LD Daniel Peso, coordinador del fideicomiso organizado por los aficionados para recomprar los terrenos del estadio. "Pese a las primeras reticencias por parte de la diligencia, finalmente la propuesta acabó votándose por unanimidad", desvela.

El futuro estadio Papa Francisco no será una cancha más; recordará la lucha ejercida por los aficionados para regresar a la Tierra Prometida, a causa de la expropiación del Gobierno durante la dictadura de Videla. "El estadio fundacional del CASLA, El Gasómetro, era uno de los más emblemáticos de la Argentina, muy querido incluso por aquellos que no eran del San Lorenzo", recuerda el entrevistado de su niñez.

En torno al estadio, los chicos de aquella época jugaban día y noche en las calles del barrio, la pelota rebotaba en las paredes y los arboles se usaban a modo de porterías. "Se han formado muchas familias gracias al club, conozco un montón de matrimonios que se conocieron en la vida social que generaba el estadio", destaca Daniel.

El padre Lorenzo Massa con el equipo. | Sanlorenzo.com.ar

El club, nacido en los barrios colindantes de Boedo y Almagro a principios de siglo XX, surgió con la ayuda del padre salesiano Lorenzo Massa, quien en su afán por reconducir a los chicos conflictivos del barrio, los invitó a jugar a todos al fútbol dentro del oratorio. De ahí los chicos acabarían configurando un equipo que en un primer momento se hicieron llamar Los Forzosos de Almagro –en referencia a su actitud rebelde-, para cambiar a los días siguientes por San Lorenzo de Almagro, en honor al salesiano.

El 'quilombo'

Pese a la noble historia, se daba la problemática de que "el estadio El Gasómetro estaba situado en una manzana dentro de cuatro manzanas, con lo que el Gobierno dispuso una ordenanza en 1960 por la que obligaba a abrir las calles" en detrimento de la cancha. Pasaron los años y la norma no se llevó a cabo, "llegamos a convivir con eso: la ley estaba, pero no se cumplía", explica Daniel.

Sin embargo, con el golpe de Estado de 1976 llevado a cabo por la Junta Militar liderada por el Teniente General Jorge Rafael Videla, las cosas cambiaron en Argentina. "Los que fuimos jóvenes en aquellos años no nos podemos sacar de la cabeza aquel régimen, donde muchos amigos murieron de la peor forma. En esos años imperó el terror", recuerda con amargura. "En el 79 la Junta dio la orden de cerrar el estadio, pero sin hacerlo público para evitar incidentes".

El antiguo Gasómetro. | Facebook

El brigadier Osvaldo Cacciatore fue el encargado de presionar a la directiva del club y de gestionar el desmantelamiento del estadio. "Todo fue una gran estafa. Apenas San Lorenzo malvendió por muy poco dinero -ya que el terreno se devaluó a causa del proyecto para abrir las calles-, a la semana siguiente el Gobierno derogaba el proyecto de urbanismo. Hoy 30 años después, las cosas siguen como estaban", relata el hincha. Para la operación, el Gobierno creó dos empresas fantasmas las cuales fueron las encargadas de comprar los terrenos a CASLA por 900.000 dólares (690.000 euros) y venderlos a un hipermercado por 8 millones de dólares (6,1 millones de euros).

Diáspora

Una vez ahí, San Lorenzo comenzó su particular diáspora, yendo de cancha en cancha -prestadas o alquiladas- vagando sin hogar propio. "Al final nos mandaron a los suburbios de la ciudad. El Nuevo Gasómetro -estadio actual- se construyó donde no había casas, donde todo era un gran vertedero", cuenta a LD.

Pasada la dictadura, comenzó la lucha de los hinchas por recuperar aquello que les pertenecía. El movimiento, al principio tenue, se fue afianzando con el paso de los años. "Hace apenas 15 años éramos diez personas lideradas por el historiador Adolfo Res. Para 2010 conseguimos introducir un Proyecto de Ley en el Parlamento" de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tras dos marchas a favor de recuperar el estadio, en 2012 la Subcomisión del Hincha consiguió congregar a más de 100.000 personas en la Plaza de Mayo. "Para finales de ese mismo año, la ley fue sancionada por unanimidad en el Parlamento".

El acuerdo

Grosso modo, la ley daba 6 meses para que se pusieran de acuerdo el Club y el hipermercado o de lo contrario se recuperaría a precio de peritaje. "Por suerte, conseguimos llegar a un acuerdo con la empresa para evitar que fuera una cosa forzada", alega Daniel. El convenio firmado permite al hipermercado quedarse en un costado de los terrenos y se le construye a cambio una segunda planta y unas cocheras compartidas con las que recuperar la superficie perdida.

Por su parte, para pagar los 37.000 metros cuadrados del terreno para el estadio, así como la planta del hipermercado, el entrevistado ideó un fideicomiso por el cual se tasaba el terreno y se divida por metros cuadrados para quien quisiera pudiera comprar simbólicamente su trocito del campo y convertirse por 2.880 pesos (aprox 288 euros) en socio refundador del Club. "Preferimos dejar el precio fijo incluso tras la devaluación del peso de enero –del 21%- para que fuera algo accesible a la mayoría de la gente", defiende.

Mural situado en el barrio de Boedo. | Grupo Artístico de Boedo.

Para finales de este año, el fideicomiso de la Subcomisión de los Hinchas pretende pagar 40 millones de pesos al hipermercado y espera llegar a los 100 millones de pesos para el año que viene. Con ello, se daría por cumplido el trabajo de los aficionados por recuperar el terreno y sólo quedaría hacer frente a los 58 millones de euros que cuesta la construcción del nuevo estadio, que se pagarán según ha manifestado el Club mediante patrocinio.

Los vecinos de Boedo y Almagro están decididos a recuperar el espíritu de barrio en el que vivieron en su infancia. Pese a tener los aficionados del San Lorenzo tres locales más en propiedad, que funcionan a modo de "casas culturales y de ajedrez", todas las expectativas están puestas ahora en el nuevo estadio. "Para nosotros no es sólo una cancha, es todo un lugar. Queremos recuperar esa vida social del barrio", responde Daniel.

"¿Se han dado cuenta que tanto en los inicios del Club, como en su vuelta a Tierra Santa han venido respaldados por un sacerdote?", pregunta LD. "Sí, pero esta vez progresamos. De un cura raso, a ser apoyados por todo un Papa" sentencia entre risas el entrevistado.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios