Cesc Fábregas tiene todas las papeletas para ser baja con la selección española, que el próximo sábado se medirá a Bielorrusia en partido oficial y tres después contra Alemania en un amistoso, aunque en la Federación Española de Fútbol (RFEF) dejan una puerta abierta a la esperanza.
"Valoraremos en las próximas horas si forma parte de la convocatoria. Conocemos a Cesc. Lo he tenido desde los 16 años, sé de su profesionalidad y su compromiso con la selección, pero estamos pendientes de valorarlo todavía", ha dicho el médico de la selección española, Óscar Celada.
Lo cierto es que Cesc, que el pasado sábado jugó los 90 minutos del partido que el Chelsea ganó al Liverpool en Anfield (1-2), tiene un desgarro muscular en el muslo y estará unas tres semanas de baja. El jugador está prácticamente descartado para jugar con España, pero aún falta que la RFEF lo haga oficial.
Minutos después de la victoria en Anfield, el técnico de los blues, José Mourinho, ya advirtió de que "si Cesc se va (con su selección), volverá sin jugar". Y es que Mou no quiere que se repita la misma situación que con Diego Costa, con quien el técnico portugués no pudo contar tras responsabilizar a Vicente del Bosque y a la Federación Española de las últimas lesiones sufridas por hispano-brasileño.
Además de Cesc, el barcelonista Sergio Busquets por una sobrecarga en el sóleo. Sin embargo, el centrocampista ha informado a la RFEF de que su lesión ha mejorado en las últimas horas y cree que llegará a tiempo para el choque del sábado ante Bielorrusia.