La guerra entre José Mourinho y Vicente del Bosque vive desde hace unas semanas una nueva batalla con Diego Costa, de la que Mou sale como claro ganador. Después de las quejas públicas del técnico portugués del Chelsea, el seleccionador español decidió no convocar al delantero para los próximos partidos ante Bielorrusia y Alemania, el primero de clasificación para la Eurocopa de Francia 2016 y el segundo, tres días después, de carácter amistoso.
"(Diego Costa) Tiene el problema porque jugó dos partidos en tres días cuando no estaba con nosotros", dijo Mourinho a finales del pasado de octubre, en referencia a los encuentros oficiales que España jugó ese mes frente a Eslovaquia y Luxemburgo.
Un palo en toda regla a Del Bosque, que diez días después, cuando facilitó la lista contra Bielorrusia y Alemania, decidió dejar fuera al delantero de Lagarto. "Diego Costa es el primero en estar dolido por no estar con nosotros, pero la salud es lo primero", dijo el pasado viernes. Y este lunes, tres días después, repitió su discurso en Vigo -durante la presentación del próximo amistoso frente a los campeones del mundo-, señalando además que "lo de Diego Costa no es un signo de debilidad" y que "convocar ahora" al delantero blue sería contraproducente para su salud y preferimos que descanse". "No hay nada más", trató de zanjar.
El caso de Diego Costa contrasta con el de Cesc Fábregas, que este martes viajaba a Madrid para tener que volverse a Londres, después de confirmarse que el jugador de Arenys de Mar tiene un desgarro muscular en el muslo. "Si Cesc se va, volverá sin jugar", afirmó Mourinho tras la victoria del Chelsea contra el Liverpool (1-2) en la Premier League. Dicho y hecho. Tras producirse la confirmación oficial, Fábregas, que jugó los 90 minutos frente a los Reds en Anfield, se ha caído de la convocatoria con el equipo nacional tras ser examinado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas por los médicos de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y ha tenido que regresar a Reino Unido por la puerta de atrás.
Precedente con Piqué
Lo cierto es que estas situaciones no son nuevas para Del Bosque, a quien Luis Enrique ya tuvo que enmendar la plana hace dos meses y medio, con Gerard Piqué en el centro de la polémica. El pasado 29 de agosto, el seleccionador decidió dejar al central barcelonista fuera de los partidos contra Francia y Macedonia con el argumento de que "no estaba del todo recuperado" de una lesión, aunque el entrenador azulgrana dijo un día después que el defensa se encontraba "perfecto".
Días después, tratando de corregir su propio error, Del Bosque dio una explicación surrealista: "Piqué me dijo que tenía molestias pero que podía jugar con su equipo". Es decir, según el técnico salmantino, sí podía jugar con el Barça -en el partido de la segunda jornada de Liga contra el Villarreal- pero no con la selección española. Todo, cuando menos, muy extraño.