Cristiano Ronaldo, Leo Messi y Manuel Neuer escucharon los mensajes de los entrenadores de sus clubes (Carlo Ancelotti, Luis Enrique y Pep Guardiola, respectivamente), cuando subieron al escenario del Palacio de Congresos de Zúrich antes de que el portugués ganara el Balón de Oro por tercera vez en su carrera, el segundo de manera consecutiva.
Tanto Cristiano como Neuer sonrieron mientras escuchaban los mensajes de Ancelotti y Guardiola. Pero ése no fue el caso de Messi. Parco en palabras durante su discurso, el argentino mostró un semblante muy serio durante el vídeo de Luis Enrique.
"Hola Leo, te deseo muchísima suerte. Espero que sigas disfrutando del fútbol porque eso hará que todos disfrutemos. Te deseo la mejor suerte del mundo en tu vida y en tu carrera", le dijo el técnico asturiano al rosarino, que no mostró ni un atisbo de alegría al escuchar a su técnico. Una buena muestra del distanciamiento entre entrenador y futbolista, pese a que ambos se empeñan en negar lo contrario.
En cambio, sí sonrió Messi, y bastante, cuando escuchó a su compatriota Pablo Aimar, actualmente en las filas del River Plate. "Competís con dos fuera de serie", le decía Aimar a Messi, en referencia a Cristiano y Neuer, "pero para mí vas a ser siempre el mejor".
Luego, Messi le devolvió el saludo al Payaso: "Desde que empezó a jugar en River, siempre seguí a Aimar. Lo admiro mucho", reconoció el crack barcelonista con una sonrisa de oreja a oreja. Nada que ver con el rostro impertérrito mientras escuchaba a Luis Enrique, en lo que ha sido uno de los momentos más destacados de la gala del Balón de Oro.