Pocos podían imaginar que tras la deriva de los últimos acontecimientos y el enfrentamiento público escenificado, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, y el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, escenificarían un acuerdo entre ambos organismos para presionar al Consejo Superior de Deportes (CSD) y a su presidente, Miguel Cardenal, para la llegada del tan ansiado decreto que regule la venta centralizada de los derechos de televisión de los clubes de fútbol.
Después de que Tebas ganase tiempo aplazando hasta el 25 de marzo una asamblea de la liga en la que estaba sobre la mesa la opción de parar la competición e irse a la huelga como última medida, ahora ha entrado en escena la Federación, que no quiere quedarse sin su porcentaje en el montante que reciba la Liga por vender los derechos de imagen de todos sus equipos.
Precisamente, el organismo que dirige Villar ha maniobrado en las últimas semanas para asegurarse ser parte de la negociación. Primero recordó a todas las partes que, según la normativa de la FIFA, las federaciones nacionales son los sujetos titulares de los derechos de los clubes que participan en las competiciones domésticas y, después, mantuvo su amenaza hacia el gobierno de que cualquier injerencia llevaría a la intervención del máximo organismo del fútbol mundial.
Tebas adoptó la postura conciliadora posponiendo la decisión de irse a la huelga y en la Comisión Mixta con la Liga organizada por la Federación el pasado viernes en la que también estuvo presente la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), se escenificó una alianza para hacer fuerza contra el Gobierno. No estuvo presente el propio Villar ni su vicepresidente, Juan Padrón, pero se alcanzó un acuerdo para unir fuerzas.
El comunicado emitido señala que han alcanzado un acuerdo para reconocer la necesidad de poner en marcha un modelo de venta centralizada, de reparto equitativo y de solidaridad con el fútbol aficionado de los derechos audiovisuales de las competiciones de Liga de Primera y Segunda División a través de un Real Decreto Ley por lo que invitan a aprobar, con carácter urgente, al Gobierno de la Nación" dicha medida.
Además, no dudan en pedir que se les reconozca como partes negociadoras y, por lo tanto, "que en el texto de dicha regulación se establezcan los mecanismos que garanticen el papel que en esta materia deben representar la RFEF, la LFP, los clubes/SADs y la AFE, para el mejor funcionamiento de dicho modelo".