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Luis Enrique, experto en segundas vueltas tanto en el Celta de Vigo como en el Barcelona

El técnico asturiano mejoró al Celta y al Barça en el segundo tramo de la temporada. A uno casi lo mete en Europa; el otro va a por el triplete.

El técnico asturiano mejoró al Celta y al Barça en el segundo tramo de la temporada. A uno casi lo mete en Europa; el otro va a por el triplete.
Luis Enrique, mejor en la segunda vuelta.

Con la liga solventada, muchas preguntas a como el Barcelona ha mejorado en la segunda parte de la temporada. Como ya contamos aquí, Luis Enrique ha encontrado diversas soluciones para mejorar el rendimiento de sus futbolistas.

Uno de esas soluciones consistía en el uso de unos chalecos de GPS con el que recibía datos del estado físico de sus jugadores y así podía saber el estado de forma de cada uno y prevenir lesiones. Sin embargo, este arma no lo tenía la temporada pasada cuando dirigía al Celta de Vigo. Pero ya allí, la mejora del equipo con el paso de las jornadas fue sustancial.

Mejora sustancial en la segunda parte del Barça

Si en esta campaña, el Barcelona ha mejorado en el segundo tramo de la temporada llegando a la final de Champions, pasando por encima del Bayern de Múnich de un Guardiola que acudió, precisamente, a la eliminatoria con los azulgranas con los problemas que Luis Enrique no tenía. Si Luis Enrique pudo contar con todos (incluso Vermaelen se ha recuperado), el de Santpedor estaba atenazado por una cantidad de leisones que le impidieron sacar su once de gala en los dos partidos de semifinales. También llegó a semifinales. Y el pasado domingo se alzó definitivamente con el título liguero.

Sus registros muestran una mejora. Como el mejor vino, con el paso de los partidos ha ido dando sensaciones más favorables. Si en la jornada número 19, el Barcelona era segundo en la tabla con 44 puntos, a uno del Madrid; 18 jornadas después (a falta de la última ante el Deportivo), estos datos son sustancialmente mejores. En los 18 partidos disputados en la segunda vuelta ha sumado 49 puntos, que podrían llegar a 52.

Unos datos que reflejan lo siguiente: 14 victorias y 3 derrotas en la primera mitad, por 16 y 2 en este segundo tramo. Además, la productividad goleadora ha ido a más. 48 goles en las primeras diecinueve jornadas, por 60 en las últimas, para un total de 108. Así ha alcanzado 93 puntos, cuatro más que el Real Madrid, al que le ha arrebatado la liga gracias a un mejor rush final, al que ha llegado, por lo visto, sobrado de fuerzas.

Ya lo hizo con el Celta

Pero esto no es nuevo. Ya en la temporada pasada, la primera en España como técnico tras no triunfar en la Roma de Totti, el Celta de Vigo mejoró de la primera a la segunda vuelta. En esa primera parte, el equipo celeste era 15º con 17 puntos, sólo uno más que el descenso. Y ahí acabó todo.

Porque el cuadro vigués terminó la liga noveno, con 49 puntos. A una media de 2'5 por partido. Y al igual que con el Barcelona, las rotaciones no fueron tantas como podrían parecer para llegar fresco al tramo final. Con los azulgranas, Luis Suárez, Neymar y Messi apenas han rotado. De hecho, la última vez que el argentino arrancó en liga como suplente llegó la gran crisis del Barcelona, que ha mutado en convicción interna para llegar a este tramo de temporada como han llegado.

En el resto del equipo, en la defensa Alves y Alba eran titulares y en escasas ocasiones descansaban. Igual que Piqué y Mascherano, la pareja titular, con Busquets delante e Iniesta y Rakitic moviendo al equipo. Rafinha, Mathieu, Xavi y Pedro eran los otros que más jugaban.

Pues bien, en ese Celta de hace una temporada, en la segunda vuelta Luis Enrique le dio galones en la parte ofensiva a una serie de jugadores como Rafinha, Nolito, sobre todo en las últimos quince jornadas, Orellana, el que más, Krohn-Dehli y Augusto Fernández. Éstos fueron los que más jugaron del centro del campo en adelante, también con una defensa que apenas veía variedad con Hugo Mallo, Cabral, Fontás y Jonny como titulares. Otros como Álex López, Oubiña, Santi Mina o Charles también tuvieron mucho protagonismo en el cuadro gallego.

Por tanto, parece que Luis Enrique sabe como mantener el ritmo alto de sus jugadores para así poder llegar a final de temporada a tope, sin perder un ápice de competitividad. Pocas rotaciones, 13-14 hombres principales y un sistema de entrenamiento donde el jugador recupere tras partido y mejore en cada sesión. Poca carga, ya que jugar dos partidos por semana es suficiente, y mucho balón, así como explosividad para salir rápido en esas contras que tan bien maneja ahora el Barça.

Al técnico asturiano le gustan los retos, las pruebas de larga intensidad donde el fondo tiene su importancia. El ciclismo o maratones son lo que más le motivan y estar fresco para afrontar los últimos tramos es una parte importante de la preparación previa. Por eso, Luis Enrique es consciente de lo que tiene que hacer para que sus equipos lleguen frescos al final de temporada. Con confianza y tiempo, el ya campeón de liga le saca rendimiento a los suyos.

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