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Un excandidato a la presidencia de la FIFA desvela el origen de la investigación

Harold Mayne es excandidato a la presidencia de la FIFA y desveló en esRadio el origen de la investigación del FBI.

Harold Mayne es excandidato a la presidencia de la FIFA y desveló en esRadio el origen de la investigación del FBI.
Joseph Blatter. | Cordon Press

Harold Mayne-Nicholls es una de las personas más autorizadas para hablar y explicar que está sucediendo con la supuesta corrupción en la FIFA. Expresidente de la Federación de Fútbol de Chile, estuvo trabajando con la FIFA hasta el 2012 y, lo más importante, fue candidato a las elecciones de la presidencia que se celebran este viernes hasta hace unos meses. Harold estuvo anoche en esRadio, en Tiempo Extra, y para él, "las piezas del rompecabezas empiezan a encajar con facilidad".

"Me pareció una vergüenza y una sorpresa pero no por el fondo sino por las formas. Pasó en el lugar más prestigioso de la FIFA y a esa hora. Es humillante y, por supuesto, me llamó la atención", afirma. Harold trabajó con algunos de los implicados. "En algunos casos me ha sorprendido y en otros no. Escuchaba rumores, no les hacía caso, pero cuando se confirman, las piezas del rompecabezas se empiezan a juntar con facilidad. Ellos han permitido suponer que algo extraño estaba pasando. Sobre todo en los derechos de televisión y marketing", sentencia.

Chuck Blazer, el topo de EEUU en la FIFA

Una de las preguntas más habituales sobre este caso lo explicó Harold con lujo de detalles, algunos espectaculares. ¿Por qué ha sido Estados Unidos y el FBI los que han llevado esta investigación? "Todo se remonta cuatro años atrás con un tema que no pasó desapercibido. Mohamed Bin Hammam era candidato a la presidencia de la FIFA y junto a Jack Warner, realizaron donaciones de 40.000 dolares a presidentes de distintas federaciones centroamericanas para distintos proyectos pero también para asegurarse votos", desvela. Sin embargo, a uno de los presidentes supuestamente beneficiado no le pareció correcto y lo denunció ante Chuck Blazer, secretario ejecutivo de la CONCAF. "Tuvo que hacerlo público porque si no sería cómplice. Empezaron a salir documentos hasta que dos agentes del FBI aparecieron en un restaurante donde estaba Blazer. Le dijeron que tenía dos posibilidades. "O sale esposado o coopera con nosotros", le dijeron. A partir de ahí empezó a entrar información al FBI".

A partir de las filtraciones de Blazer, el topo del FBI ante la FIFA, se descubrió que "las transferencias se hicieron de bancos americanos a bancos americanos. El delito se cometió en Estados Unidos y, por lo tanto, el FBI puede actuar sin problemas", aclara.

Sobre los Mundiales de Rusia y Qatar, Harold cree que la policía suiza puede investigar más profundo si hay irregularidades que la investigación interna de la FIFA y "podría haber cambios importantes" pero donde pone el ojo ahora Harold es en Joseph Blatter, presidente del organismo.

"Si yo fuese Blatter y estuviera a dos días de mi quinto mandato, pensaría que he perdido el liderazgo. Pensaría que no puedo controlar estas situaciones anómalas que terminan dañando al fútbol y que hay que renovar, dar un paso al costado y no sería yo quien debería iniciar esta renovación", afirma poniéndose en la piel de Blatter. Harold considera que hacen falta "ideas frescas, gente nueva porque, si no, el descrédito de la FIFA irá creciendo. Internamente no hay liderazgo y externamente va a pasar un bochorno detrás de otro. Espero que se dé cuenta de que no está aportando ningún beneficio al fútbol", concluye.

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