Pep Guardiola se empeña en llamar la atención. El técnico del Bayern Múnich parece que no se conforma con la polémica que tiene montada en Alemania con la prensa teutona y las leyendas del conjunto bávaro, hartos tanto de sus resultados deportivos -cogió un Ferrari que venía de ganar la Champions League y está cerca de convertirlo en un Renault cinco- sino también de sus desaires y formas, que distan mucho de la corrección que suele mostrar el de Sampedor con corriente a favor.
Guardiola apareció en el calentamiento previo al partido que le enfrentaba al Real Madrid ¿casualidad?, con una camiseta que ya lució en diciembre del año pasado en la rueda de prensa previa al partido de Champions League frente al CSKA de Moscú. En la camiseta se pueden observar unas siglas -CAT- que cómo ya informó Libertad Digital por aquel entonces, fue creada y comercializada por insurrecta.cat, plataforma que tiene como eslogan Catalonia is my country.
Guardiola, frío y sibilino, eligió con conocimiento de causa el escenario -el partido frente al Real Madrid-, en un momento muy concreto -cuando su nombre está más en la picota que nunca en Alemania tras caer ante el Wolfsburgo en la Supercopa-, para reivindicar la independencia, una vez más, de Cataluña, y de paso, desviar la atención sobre su nefasta gestión al frente de uno de los mejores equipos del Mundo.