Mario Balotelli regresa al Milán, club al que vuelve tras un curso fallido en el Liverpool, en calidad de cedido por el club red, con el que el jugador tiene contrato en vigor hasta 2018. La cesión es sin derecho de compra, el Milan pagará 2,25 millones de euros por la misma y ambos clubes se reparten el pago del salario de Súper Mario a medias: cada uno pagará unos 3 millones de euros.
En Italia hablan también de una cláusula disciplinaria en el contrato que ligará a Mario al club milanés: el entrenador y Silvio Berlusconi exigen al controvertido crack azzurro que no se salte entrenamientos y que llegue puntualmente a los mismos; que se abstenga de actos y gestos provocativos dentro y fuera del campo y que no protagonice escándalos de ningún tipo.
Balotelli, que ha pasado hoy los exámenes físicos para incorporarse ya al trabajo diario con el resto de sus compañeros del Milan, ha reconocido que tiene grandes motivaciones, y ha afirmado que se va a esforzar en "trabajar y no hablar".
"Estoy feliz de haber regresado. No tengo mucho que decir porque espero solo entrenar y demostrar. Físicamente estoy bastante bien, solo tengo que entrenarme con el resto del equipo. Tengo muchas motivaciones, pero solo debo trabajar y no hablar".
Regresa Mario, al que fuera su antiguo equipo, un club al que siempre ha tenido "en el corazón".
"¿Si pensaba volver al Milan? Sí, siempre he tenido al Milan en el corazón y siempre he tenido la esperanza de volver", reconoció.
Preguntado sobre si piensa permanecer largo tiempo en el conjunto del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, Balotelli ha respondido con una frase clara: "Tengo que comenzar a trabajar, hacer un buen año, tengo que trabajar y basta".