
La capitana Ruth Beitia, fiel a su trayectoria casi infalible, luchará este sábado, con 36 años, por las medallas en la final de altura de unos campeonatos del mundo, después de haberse ganado el puesto con un salto de 1,92 en una jornada que dejó a España sin más representación que David Bustos en 1.500 metros.
Adel Mechaal, autor, dos semanas antes, del primer doblete 1.500-5.000 en setenta años en los nacionales de Castellón, pinchó con estrépito en la última vuelta de la primera serie y, como el madrileño Víctor Corrales en la segunda, sucumbió a su primer contacto con los Mundiales.
El diccionario atlético de Ruth Beitia no incluye la palabra apocamiento. "Estoy feliz, disfrutando muchísimo. Creo que llego en uno de mis mejores momentos en todo, tanto física como psicológicamente, y el equilibrio y las oportunidades están para aprovecharlas. Creo que es mi momento", comentó la doble campeona de Europa, medallista de bronce en el Mundial anterior.
La marca de acceso a la final era de 1,94, pero no fue necesario llegar a ella, porque la anterior (1,92), había seleccionado a trece y todas fueron declaradas finalistas. La doble campeona de Europa renunció a la primera altura y empezó a saltar en 1,85. Continuó en 1,89 y 1,92, siempre sin fallo. No necesitó seguir. Ya estaba clasificada para su quinta final.
David Bustos fue el único superviviente español en series de 1.500, y sólo gracias a una marca de 3:38.75 que le dio una de las seis plazas de repesca, en una especialidad, desde la plata de José Luis González en Roma'87, ha dado al España seis medallas (tres platas y tres bronces) .
